domingo, 21 de octubre de 2007

¿Enseñándole a los adolescentes a usar un condón?

Pregunta directa para que me puedan ilustrar con sus comentarios: ¿Cuál debe ser la postura de los cristianos para con las políticas gubernamentales ante el avance del SIDA, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos no deseados –ergo, los abortos-?

La actitud tradicional que está de acuerdo a la ética cristiana se basa en que el sexo está circunscrito a la esfera del matrimonio. Toda relación sexual premarital o extramarital es incorrecta porque trasgrede lo que la Biblia dice y, desde esa lógica, apuntamos una propuesta de manejo que puede reducirse a:

a) El no tener sexo antes del matrimonio es el único método 100% seguro, junto con la fidelidad en el matrimonio.

b) No apoyamos otros métodos porque estaríamos siendo cómplices del libertinaje sexual que cada vez es más intenso en nuestra sociedad.

Yo sí creo en que el sexo es para la esfera matrimonial, y que la fidelidad es lo mejor y lo que protege con total seguridad de las amenazas de las ETS y embarazos indeseados. Esto es así por mi ética adquirida, la cual se aplica –en lo posible- en las iglesias cristianas y la inculcaré en el seno de mi familia. Pero ¿debo imponer esta ética a otras personas (que además son mayoritarias) con las que no comparto el mismo esquema de valores? ¿Imponerla a gente que cree que el sexo es una expresión de entrega en la relación de pareja? ¿A gente que lo circunscribe a niveles puramente hedonísticos y placenteros? ¿Gente que no es cristiana practicante, que quizá es atea?

No puedo. Entonces, ¿Qué hago? Sé que el 100% de protección es lo óptimo (y lo debo expresar de esa manera sin absurdos prejuicios de una parte de la opinión pública sesgada a la opinión convencional de las iglesias) pero las cosas no son como yo quiero que sean, sino que las cosas son como son. La realidad pesa demasiado, no puedo cubrirla ni meter mi cabeza en un agujero como lo hacen los avestruces. Por ello, 95%, 97% es mejor que 30% o 25% (hablo en términos de protección). Por lo tanto, aspiraré a ampliar mi probabilidad, porque quiero menos gente con sida, con sífilis, con gonorrea, con hepatitis; quiero menos niños sin padres, menos abortos, menos adolescentes con vidas truncas. Allá nosotros si nos queremos engañar diciendo que “no tener sexo es lo mejor” pero sabiendo que los chicos tienen relaciones sexuales (haciéndonos de la vista gorda) y que un embarazo no deseado puede venir por el simple hecho que nadie le enseñó al joven sobre el uso correcto del preservativo. ¿No es eso un poco inmoral?

Por ello, creo que un campo de misión es enseñar a los jóvenes de una manera completa el tema sexual:

(1) Definir con claridad lo que es el sexo, qué implica, lo que pesa dentro de nuestra naturaleza humana.

(2) Hablar de la praxis: lo mejor es no tener sexo hasta que te cases. No hay riesgo de nada.

(3) Si quieres tenerlo, protégete. No hay método 100% seguro por lo que hay ciertos riesgos marginales. Explicar los riesgos.

(4) Para protegerte tienes estos métodos: a, b, c. Para evitar embarazos no deseados tienes d, e, f. Y SE USAN DE ESTA MANERA. O sea, enseñar a usar un condón correctamente, a usar las pastillas, el método del ritmo, todos los demás. O sea, ¿puede ser parte de la misión de Dios enseñar a usar el preservativo a jóvenes que no comparten mi ética pero que seguramente se acostarán con su enamorada o una prostituta muy pronto? Pues, diría que sí. ¿Lo haría yo mismo? Sí, lo haría.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, me pareció interesante el tema porque hace algún tiempo lo toqué también al momento en el que salió acá una campaña contra el SIDA http://elblogdeffuentes.cl/blog/?p=172 que abarcaba todas las opciones incluyendo la abstinencia y bueno yo tengo convicciones al respecto, pero no puedo dejar que el resto se joda por mi culpa.

Quizás sería bueno que te dieras una vuelta por el link y ver el video.

Respecto al tema de enseñar ambos lados de la historia, lo encuentro muy sano, pero creo que la mentalidad evangélica no da para tanto, aun en estos tiempos en Latinoamérica.

Gabriel dijo...

Querido Abel,

Hay una realidad que es irrefutable, actualmente la edad de iniciación a la vida sexual activa a bajado a los 12 y 13 años de edad. Triste es saber que muchas hermanas y hermanos nuestros, de los que espiritualizan todo, creen que la iglesia está exenta de esa realidad social. La cantidad de madres solteras adolescentes de nuestras comunidades -ya enjuiciadas y encontradas "culpables" por esa gente- nos dicen lo contrario.

Como enfermero, y desde hace diez años, vengo dando charlas sobre educación sexual y métodos anticonceptivos. Charlas abiertas a la comunidad. La cantidad de evangélicos que ha participado de esas charlas es irrisoria.

Creo que hay muchos adultos en la iglesia que se oponen a ser más abiertos con sus hijos porque... ellos mismos tienen problemas no resueltos y sobre los que nunca se han animado a buscar ayuda.

Por curiosidad y por ignorancia los y las adolescentes se están exponiendo a prácticas cada vez más bizarras, sin saber muchos de los riesgos que corren. Hagamos una encuesta y verás que la mayoría no tiene ni la más remota idea de lo que es el virus del papiloma humano.

Comparto tu preocupación y también la postura sobre el matrimonio y la fidelidad, y de la misma manera no puedo intentar tapar el sol con la mano.

Hemos aprendido muchas cosas mal, como abordar el tema del sexo desde la "pecaminosidad". Necesitamos pasar por ese arduo proceso de reaprender.

Contestando a tu pregunta: por supuesto que sí, la educación sexual es una parte importantísima de la misión de Dios para que el hombre y la mujer vivan vida más plenas, más felices y con mayor sentido.

Un abrazo!

MonjaGuerrillera dijo...

Abel: es más problemático -innecesariamente problemático- hablar de este tema y actuar sobre este tema dentro de los esquemas "eclesiales", que si uno lo trata de persona a persona.
Tomar un rebaño de pibes y adoctrinarlos en el uso de un forro, me parece tan patetico como tomar un rebaño de tontos y adoctrinarlos sobre el pecado del sexo.

La forma "predicación" múltiple y multifunción gracias a Dios se está muriendo para quienes vemos a los seres humanos como personas y no como un pegote homogeneo de masa.

Sólo se trata de hablar con cada persona, enseñarle lo que no sabe, si es que está dispuesta a recibir alguna enseñanza de parte de alguien.

No hablo del tema de las iglesias que ven el forro como intrumento del diablo, porque ya me tienen harta y es volver siempre al lugar común de "esos dinosaurios" versus "yo, moderno y liberado".

Lo que me interesa es que las formas de cuidado de salud sexual, (que no es sólo un tema propio en los jóvenes, ya que los adultos participan mucho de la ignorancia y de la comodidad de no informarse!)y las formas de evitar embarazos indeseados y abortos, sean expuestas normalmente y sin voz baja, no tienen por qué ser secretos y temas clandestinos.

A la gente primero le crean poderosos cepos de verguenza y despues es muy dificil evitar que a esa verguenza le llamen santidad o la relacionen con ella.

El tema del "celibato" pre matrimonial es un tema muy grande, porque tiene muchas derivaciones y no es tampoco un cien por cien seguro, si es que vamos a primar la "seguridad".
Sirve solamente para determinadas personas y si lo analizamos en detalle hasta genera maneras de discriminacion muy feas.

Buscanddo un bien no siempre lo encontramos.

Anónimo dijo...

Este es un tema muy controvertido, porque para poder abordarlo tendriamos que hacerlo de una manera en la cual no seamos jueces y partes a la vez.
Sino con un especial interes de ayudar a la gente que no tiene la instrucción (educacion)adecuada para estar protegido.
Por eso, es de vital importancia crear un ambiente de dialogo donde se puedan expresar todas las dudas y temores que tienen los jovenes y adolescentes respecto a este tema, que no se pueden exponer dentro de una iglesia por muchas razones que estarian demas enumararlas.
Un abrazo..........Luis

Abel dijo...

FFuentes:

Lo has dicho de una manera clarísima: no puedo dejar que el resto se joda por mi postura con respecto al tema sexual. Es una visión individualista que no piensa en el bien común, ¿o es que indirectamente se piensa que como la mayoría de gente es "no creyente" y, por lo tanto, "pecadora", no entra en mi bien común (que son sólo los que comparten mi fe)?????

No puedo ver el video porque estoy en una computadora que no tiene audio, pero llegando a mi casa lo revisaré.

Saludos.

Abel dijo...

Gabriel:

En Perú (no sé si será igual en Puerto Rico) el tema sexual es un tema bastante tabú en las comunidades cristianas. Si tú preguntas, por ejemplo:

"¿Cuántos de ustedes se han masturbado en la adolescencia?"

Tendrás a todo tu auditorio ruborizado y queriendo escapar. Son los "cepos de verguenza" de los que Gaby habla en su comentario y que nos claman, como tú dices, por un proceso de reaprendizaje. El tabú debe ser derribado. Y, por supuesto, no me refiero a que podamos hacer lo que quieran, sino a que se pueda conversar con libertad, sin ataduras, sin una postura a priori de pecaminosidad.

Gracias por tu comentario. Muchos saludos para ti.

Anónimo dijo...

Hablas de si es ético "imponer" nuestras concepciones a otros que no piensen así, y te explayas en una ética consecuencialista; el bien o mal obrar del ser humano nada tiene que ver con las consecuencias. Si el primer principio ético es "hacer el bien y evitar el mal", no hay que olvidar el colorario de que "el fín NO justifica los medios". Prefiero ahogar el aml en abundancia de bien y hablar positivamente citando, por ejemplo, las estadísticas de las campañas llevadas a cabo en Uganda donde se centraron en la fidelidad y es el único país de la zona donde se contuvo la epidemia.

Abel dijo...

Gaby:

Estoy de acuerdo contigo en que es necesario en que todas las formas de cuidado de la salud sexual sean expuestas sin falsos pudores ni traumas personales. Creo que es un tema fundamental y por allí debemos comenzar. Por eso colocaba como punto 1 una conversación sobre las definiciones y premisas del sexo en forma clara.

Yo en realidad, al escribir el pequeño artículo, pensaba en nuestro papel con aquellos que no son cristianos y a los que, seguramente, encontraremos en muchos ambientes y con los que conversaremos sobre el cuidado de la salud sexual. Y mi postura de que "soy casto/fui casto hasta que me casé" puede ser contraproducente, porque usualmente nosotros le metemos un tufillo de superioridad y señalamos el dedo acusador sobre el oyente que... causa rechazo. Por ello hablaba de mi postura sobre la minimización de los riesgos y la decisión personal. Lo tomas o lo dejas, cada uno actúa según su ética.

Ahora, en la iglesia es otro cantar. El "Prohibido pasar" dentro de la habitación "Temas sexuales" han creado distorsiones tan o más severas de las que se ven en la calle, ¡Y no se dice nada de nada!! ¡¡O se dice muy poco!! En fin, tú lo dijiste en tu comentario de una manera 1 000 000 de veces mejor de lo que yo hubiera podido decirlo.

Saludos para ti,

Abel dijo...

Luis:

De acuerdo contigo, es necesario crear un ambiente de dialogo donde estos temas se puedan exponer sin miedos y sin complejos.

Saludos,

Daniel Mercado dijo...

Tu post me ha puesto en aprietos. He vuelto unas tres veces a leerlo hasta animarme a poner una respuesta.
Mi primer impulso ha sido no comprometerme, poner un comentario neutro.
Pero creo que es un planteamiento muy completo y sesuso, y vale la pena leerlo y comentarlo.
Creo que el enseñar a poner un condón, o la anatomía y fisiología del sexo, es a lo que se ha reducido, hoy en día, se entiende como educación sexual. Una enseñanza puramente instrumental, instrucciones y cuidados, como los que se dan para cualquier electrodoméstico.
Se ha disociado el sexo, la relación sexual y la sexualidad entendida integralmente, del aspecto relacional humano. La sexualidad no es genitalidad, es ante todo relación humana.
Por lo tanto, usar el condón es importante como parte de un proceso que valorice el sexo.
En el aspecto médico enseñar a usar un condón es un deber, en un contexto pedagógico y ético apropiado.

Jesús Vera dijo...

Saludos

Gracias por tu aporte, muy interesante, tengo las mismas convicciones que tienes respecto a la abstinencia y la fidelidad. Incluso un mes al año lo dedicamos, como iglesia, a temas acerca de la Sexualidad, informamos acerca los problemas que estamos viviendo como sociedad por un sexo sin compromiso y sobretodo sin seguridad, sin duda, que entre nosotros tenemos el mismo sentir acerca de que debemos manternemos hasta el matrimonio y ser fieles.

Pero como tu dices, ¿qué hacer con aquellos que no tienen nuestro mismo sistema de valores? Creo de entrada no es fácil responder. Mis años de pastorado me han enseñado que debemos cuidar al ser humano, es una vida y como tal, debe vivir y no sufrir una enfermedad que lo lleve hasta la muerte. Con este pensar he recomendado a los jóvenes que no son cristianos a tener mucho cuidado y protegerse con condón cuando tengan relaciones sexuales. No dejo de expresar cuáles son mis convicciones, pero no me espanto que piensen diferente a mi.

Saludos

MonjaGuerrillera dijo...

Abel, Es un tema muy grande. Te felicito y me alegra que hayas sido el que "implante" el tema en este circutito de blogs, con la preocupación y la altura en que lo hiciste.
Te pido permiso para que con una compañera explayemos el tema de la sexualidad en el otro blog, a partir de tu pregunta y propuesta aquí en Teonomía.
Y charlemos más sobre el asunto.

Un abrazo!
Muchas gracias

C. dijo...

"¿puede ser parte de la misión de Dios enseñar a usar el preservativo a jóvenes que no comparten mi ética pero que seguramente se acostarán con su enamorada o una prostituta muy pronto? Pues, diría que sí. ¿Lo haría yo mismo? Sí, lo haría".

Por más que no compartamos creencias tu privilegias la libertad, y eso es lo que yo aplaudo.

Un saludo

Abel dijo...

Gaby:

Por supuesto que puedes. Y sigamos conversando sobre este tema tan necesario.

Saludos,

Abel dijo...

El otro:

Pienso que la libertad debe privilegiarse como valor fundamental y el respeto a las otras convicciones, basados en la búsqueda de lo mejor para el ser humano a pesar que ese "mejor" puede ir en aparente contra a mi ética personal (como el enseñar a usar preservativos).

Saludos para ti.

Anónimo dijo...

Tu planteamiento es interesante y yo misma lo he pensado muchas veces.

Pero existe el problema es que los adolescentes, si bien se quejan de las restricciones, captan al toque las incoherencias: si promueves la abstinencia pero empiezas a hacer concesiones al condón en determinadas situaciones, te tildan de incoherente y ya no te escuchan.

Como madre, el tema me preocupa. Supongo que terminaré buscando una fórmula que proteja a mi hija sin alejarla de mí... y que la haga estar prevenida no sólo de las enfermedades, sino de los 50,000 mañosos sinverguenzas que la van a acosar...