domingo, 20 de enero de 2008

Teoblogía

Junto a Jorge y Abraham trabajamos en el siguiente piloto para un canal UHF de TV evangélica de Lima. Sus opiniones son bienvenidas.

viernes, 11 de enero de 2008

Esas cosas que uno a veces no entiende (VII)

Pastor Caifás: Juan, ya es verano, y esta época es la que más me preocupa. Yo oro muchísimo por todos los jóvenes de la iglesia.

Juan Rebelde: No entiendo, ¿le preocupa el verano? ¿Es peor que otra estación? ¿El sol le preocupa? ¿El cáncer de piel? ¿Los accidentes en la autopista? Pastor, la verdad es que no lo entiendo.

Pastor Caifás: Es que se nos ofrecen tantas cosas durante el verano aparentemente inofensivas pero que en realidad son muy peligrosas.

Juan Rebelde: Pastor, sigo sin entender. ¿Los helados contagian alguna enfermedad? ¿Algo así?

Pastor Caifás: No te burles, Juan. Piensa en la playa, los bikinis, los cuerpos bronceados en la arena, las fiestas de fin de semana hasta el amanecer en algún balneario, los tragos, los ceviches a medio día. Hay un erotismo que es muy fuerte, hay un énfasis en lo terrenal, en lo vacío, en la relajación, en el descanso, en el placer, y nada de eso edifica la vida cristiana. Son cosas que como hombres de fe no podemos tolerar.

Juan Rebelde: Pero creo que el descanso no es malo. Yo estudio todo el año en la universidad y el seminario, y espero pasar el verano descansando luego de nueve meses muy intensos. Y la playa es perfecta para eso. Descansar tomando sol luego del esfuerzo del año, nadar en el mar, despreocuparse… ¿Será que ustedes los pastores no saben lo que en realidad es el trabajo y el descanso? Ahora que lo pienso… puede ser. ¿Los pastores trabajan?

Pastor Caifás: ¡Los pastores trabajamos muy intensamente! Y pensamos en la edificación incluso para nuestros momentos de descanso. Es como debe ser. Y te digo, Juan, que no es edificante que alguien que se dice cristiano vaya a lugares que no enriquecen nuestra vida espiritual. ¿Un cristiano libertino? ¿Un cristiano junto con los del mundo? ¿No dice la Biblia que no debemos mezclar la luz con las tinieblas?

Juan Rebelde: Mmmmm, ¿propone la lógica del microclima? ¿Estaremos viviendo encima de unas columnas como en el primer siglo? ¿En una cueva, aislados?

Pastor Caifás: No, para nada. Esa mentalidad de convento yo la rechazo. ¿Cómo podría ser posible si vivimos en Lima, en una ciudad de ocho millones de habitantes? De lo que hablo es hacer morir lo terrenal en nosotros permanentemente.

Juan Rebelde: Hacer morir lo terrenal aislándonos. Porque, si sigo su lógica, no podría ir a muchísimos lugares, y si soy extremo, ni podría salir a la calle. Su propuesta es peligrosa, pastor Caifás, es descartable, ¡Inútil!

Pastor Caifás: Tú crees que la digo porque sí, por molestar. No, Juan, no es así. Mira, he visto con mucha pena a chicos que conocen a Jesús, cristianos de muchos años que caen, que ni siquiera pueden resistirse a frecuentar discotecas en esta época del año. Caen en algo tan simple, ¿te imaginas en lo más serio? Yo no puedo prohibirles ir, pero me frustra que ellos crean que la decisión de ir o no ir "no es algo tan importante"

Juan Rebelde: ¿Acaso ir a una discoteca es pecado? Otra vez con lo mismo, pastor, ¿Cuándo se liberará del trauma que tiene con las discotecas?

Pastor Caifás: ¡Ya vez! ¡Tú también crees que es algo no importante! ¡Pero es fundamental!

Juan Rebelde: ¿Fundamental? Si usted quiere medir mi espiritualidad por la asistencia a discotecas, si para usted esa es la vara del cristianismo, pues renuncio a ser cristiano. Ese cristianismo tan pobre, tal escuálido no es para mi. No lo acepto.

Pastor Caifás: Míralo de esta manera. Te aseguro que Satanás hace una gran fiesta cuando logra que el año nuevo que nos regala nuestro Dios lo inauguremos en una actividad que por donde se le mire jamás va a edificar tus valores espirituales. ¡Esta feliz! ¡Júbilo en los infiernos!

Juan Rebelde: O sea, para usted ir a una fiesta de año nuevo está malísimo. ¿Es acaso el año nuevo una fiesta espiritual? O sea, ¿la está equiparando a la navidad, o Semana Santa? ¿Desde cuándo el año nuevo es para eso???? ¡Ni siquiera es bíblico! Yo pienso que el año nuevo es una fecha de distracción, de sosiego, no sé si me entiende.

Pastor Caifás: El año nuevo debe ser un momento de reflexión, de análisis, de plantearse nuevos retos, de agradecimiento, pero lo dedicamos al jolgorio. ¿Y dónde está el interés por los recién llegados a la iglesia? La iglesia crece, Juan, y cada vez hay más "hermanos menores" que nos miran y que nos tienen como referentes espirituales. Si nos ven en la playa mirando a las chicas en bikini y tomando unos tragos en la fiesta de año nuevo, muchos volverán a ser presa del mundo. Nunca aprenderán a usar correctamente su libertad porque sólo la usan pensando en sus derechos de goce y diversión. Juan, sé que tú no piensas sólo en ti, pero en este punto debes pensar en los débiles, en los mas pequeños.

Juan Rebelde: Ay pastor… la mentalidad de “papito”, de “caudillo” aflora en usted y la iglesia. Yo creo que todos somos libres para decidir, por eso las herramientas deben ser expuestas por usted. Nuestra iglesia es de gente pensante, inteligente, no los puede tratar como niños desvalidos.

Pastor Caifás: Juan, ¿No te parece que algo anda mal si para "celebrar" todavía necesitamos una discoteca, alcohol, cigarrillos, música, danza erotizada, y cuando nos ponen una alabanza nos congelamos y no podemos abrir la boca? Algo anda mal con nuestra vida espiritual... ¿no te parece?

Juan Rebelde: Es verdad, algo anda mal. La pregunta es ¿en dónde?

Pastor Caifás: Pero es obvio que lo que anda mal es la mente llena de lascivia de los jóvenes. Yo no entiendo porqué no pueden comprar un poco de música cristiana y pasar una noche cantando, o aprendiendo a cantar, o escuchando historias personales donde Dios obró, compartiendo promesas recibidas, oraciones contestadas, gratitud por regalos de Dios, proyectos futuros, viendo una película cristiana, renovando los compromisos de servicio, tomando una cena del Señor, orando por el evangelismo y las misiones, por los futuros pastorees. ¡Estas sí son juergas que te duran para toda la vida! , ¡Yo jamás les prohibiré eso, tienen toda la libertad de hacerlo!

Juan Rebelde: ¡Ajá! Me preguntaba qué funcionaba mal, y ahora ya lo sé. ¿Es esa la idea de diversión que tiene? ¿Cantar coritos? ¿Orar? ¿Tomar una cena del Señor? Pastor, no me malentienda. Lo anterior está bien para momentos de reflexión espiritual, no para momentos de diversión. Eso es otra cosa, muy distinta, y la está confundiendo gravemente.

Pastor Caifás: ¿Acaso defiendes a esos libertinos?

Juan Rebelde: Si les dice que la diversión que deben tener es juntarse en una casa, en círculos a cantar un coro aburrido de Marcos Witt mientras escuchamos la biografía de Spurgeon, pues sí defiendo a aquellos que se van a la playa a divertirse. ¡Son cosas totalmente distintas!

Pastor Caifás: No estoy de acuerdo. Ese no es el verdadero cristianismo. Es light, es cualquier cosa.

Juan Rebelde: Pues si su idea del cristianismo es tan aburrida, pronto será sólo su cristianismo, para usted solito. Los despreciarán, lo ignorarán. Si quiere, puedo ayudarlo con algunas ideas para que eso no pase.

Pastor Caifás: ¿Tú, ayudarme? Yo soy el que te tengo que ayudar a ti. Tu liberalismo me preocupa.

Juan Rebelde: ¿Liberalismo? Pastor, está loco. Yo no soy liberal. Ahora, si me permite, es viernes y me tengo que ir a alistarme para pasar el fin de semana en la casa de playa de un amigo. ¡Nos vemos la próxima semana!