domingo, 29 de enero de 2006

La nariz contra el vidrio (*)

Claudia Selser

Son nenas de entre nueve y once años, apuradas por entrar al mundo de la adolescencia. Viven tan preocupadas por la ropa y la silueta como por las desventuras de Floricienta. ¿Grandes en miniatura? Ellas son las betweens.

Disfrutan jugar a las escondidas tanto como practicar coreografías de Shakira.Todavía prefieren el atracón de chupetines al esfuerzo de una dieta que se les perfila inevitable en el camino de crecer (a juzgar por lo que escuchan de sus mamás y sus hermanas mayores), pero padecen esa pancita creciente y esa falta absoluta de cintura que apareció de golpe justo cuando soñaban con ponerse el primer corpiño. Miran con tanta vergüenza como curiosidad los arrumacos amorosos de los más grandes sin soñar siquiera con una salida con el chico que les gusta.



Ellas tienen entre 9 y 11 años y conforman un nuevo sector de consumidores que ya logró nombre propio –en los Estados Unidos las llaman Betweens , es decir “entre”, y en la Argentina, chiquiteens – gracias a su incidencia en el mercado de la moda, la telefonía celular y el espectáculo. El fenómeno, que se impuso en nuestro país hace cinco años, es comprobable con sólo recorrer un shopping de la ciudad de Buenos Aires o espiar un cumple de 10: cada vez más la nena de 9 años es una adolescente en miniatura, simulando escotes donde todavía no hay nada y trepando a taquitos para robarle centímetros a un almanaque que anda más despacio de lo que ellas quisieran.

Frente al espejo

¿Cómo es este universo en la Argentina? Chicos.net –un sitio de Internet de contenidos lúdicos, didácticos e informativos para niños y preadolescentes– realizó una encuesta exclusiva para Viva . A través de las respuestas anónimas de 400 nenas de entre 9 y 10 años, si bien la muestra es relativaen si misma, sirve para intentar trazar un panorama:

• No tienen ídolos. Un 52% aseguró no tener ningún ídolo, pero los que aparecen vienen, en gene ral, de la TV o la música: Floricienta (14%), Benjamín Rojas (el rubio de ojos claros de Floricienta ), 9%; Ricky Martin y Daniel Radcliffe (el protagonista de Harry Potter ), 8%; Shakira (7%) y Dios (2%).

• Música infantil . En cuanto a los cantantes, ninguna de las chicas eligió música infantil. La mayoría son voces latinas, rock nacional y pop en inglés: Miranda (17%); Shakira, Ricky Martin y Hillary Duff (parejos con 9%); Avril Lavigne, Chayanne y Britney Spears (7%); Belinda (6%), Robbie Williams, Juanes y Floricienta (5%); Green Day y Airbag (4%) y Cristina Aguilera (3%)

• El deporte es favorito. La mayoría eligió el deporte como juego en tiempo libre (28%), seguido por la computadora (25%), la mancha y las escondidas (18%), los juegos de mesa (13%); cantar y bailar (11%); y los más osados verdad y consecuencia o la botellita (5%).

• Simpatía y buen humor. A la hora de elegir la cualidad más importante para tener muchos amigos, ellas destacaron: bondad (30%), simpatía (28%), buen humor (27%), belleza (9%), y ser buena alumna y ser inteligente (ambas con sólo un 3%).

• Espejo contradictorio. ¿Cómo te ves cuando te mirás al espejo? Las respuestas confusas reflejan los altibajos de la edad. Muchas chicas pusieron, en la misma respuesta, linda y también fea; gorda y también flaca.

• La moda, todo un tema. ¿Cuánto te importa vestirte a la moda? Mucho (44%); más o menos (44%); poco (12%).

Hablan ellas

Previo a un pijama party , que las tiene en ebullición desde hace una semana, un grupo de amigas reunidas por Viva opina sobre la etapa que les toca vivir.

Rocío cumplió los 10 en setiembre, hace collares y pulseritas de mostacillas, admira a Robbie Williams y piensa que lo más es ir al cine con amigas, o cualquier otra actividad, siempre con amigas.

¿La vida es mejor a los 10 que a los 8?

Y... sí, porque estás más grande y te permiten hacer más cosas. A los 8 te dicen: No: sos muy chiquita ; y a los 10 te dicen: Bueno, voy a pensarlo.

¿Te gusta algún chico?

No, porque los chicos de la colonia o de la escuela no son muy lindos que digamos... Algunos son inteligentes pero a veces, de tanta inteligencia, se hacen los cancheros.

¿El tema que más te preocupa?

Y... Me preocupo pensando qué voy a hacer mañana: qué ropa me puedo poner... Esta me queda mejor. No; mejor ésta. ¿O ésta? Porque yo no soy flaca pero tampoco soy gorda, y no sé qué hacer. Eso es para mí lo más complicado: decidir entre la ropa que me hace más flaca y la que me gusta más. Camila acaba de cumplir los 11. Es alta para su edad, le gusta jugar tenis y voley y no se perdió una de Harry Potter porque el actor es su ídolo. ¿Su mayor problema? No le gusta como le queda la ropa:
-Yo veo algo y ya sé que no me va a gustar, pero mi mamá me dice: Probátelo, probátelo . Yo me lo pongo y sé que me va a quedar mal. Y aunque me quede bien digo No me gusta.. . Tampoco me gusta mi pelo. Siempre mi mamá me lo arregla y yo me lo saco, pero tampoco me gusta lo que yo me hago. Y estoy dos horas para peinarme.

¿Te gusta maquillarte?

Sí. Todo el tiempo. En el colegio y sin que nos cache la director, vamos al baño y nos pintamos. Me pinto los labios, brillitos así y también en los cachetes...

¿Que te gustaría hacer a los 14?

En realidad yo quiero que para mi cumpleaños de 15 me regalen un viaje a Disney porque si voy recién cuando sea grande, no me voy a poder subir a ningún juego. Julieta cumplió 10 el 4 de octubre, tiene una hermana de 17 años y no se perdió un capítulo de Floricienta. Y a la hora de elegir un negocio para comprar ropa dice: “Cualquiera. Me da lo mismo, la ropa no me importa.”

¿Qué te importa?

Estar bien. Lo que me preocupa es estar flaca. El otro día estaba llorando, porque soy gorda...

Una cuestión de peso

Da pena. Tan chicas y ya tan preocupadas por la silueta. No importa cómo luzcan, a poco de comenzar a preguntar aparece el cuco de la obesidad. Y no es sólo un tema psicológico: muchas veces, por desinformación de las mamás, termina siendo un problema físico de graves consecuencias como el nuevo fenómeno de la osteoporosis pediátrica.
Así lo explica la médica de Adolescentes Ana María Armatta, del Hospital Cosme Argerich: “Las nenas son perseguidas para que sean exitosas en la belleza. De ellas se dice: ¡Es hermosa! ¡Tiene un cuerpito! En la mujer siempre la primera referencia es lo físico, mientras que del varón suele destacarse su inteligencia o su destreza corporal.” Lo peor es que esa preocupación por el cuerpo lindo hoy se acompaña de la desvalorización de las formas femeninas que tienen características propias no sólo en términos estéticos sino de desarrollo saludable.
Y esto pocos lo saben: “El denominado estirón puberal es un pico de crecimiento que tiene un ritmo promedio de entre 8 y 12 centímetros por año y ocurre alrededor de los 10 a 13 años en las niñas y entre los 12 y 15 años en los varones. Pero para que este estirón se produzca tiene que haber previamente una acumulación del tejido graso. A eso se debe el que durante el período de máximo crecimiento –entre los 10 y 14 años–, las niñas suban en promedio de 6 a 9 kilos que se acumulan, por acción de las hormonas femeninas, en torno al abdomen. Es típico de las nenas pre menárquicas (menarca: primera menstruación), lo que les da esa forma redondeada: panzonas y sin cintura.”

La médica Armatta aclara que es importantísimo que esto sea así porque cada cambio que se produce en este período tiene una función a mediano o largo plazo como, por ejemplo, que para que se produzca la menarca alrededor de un 17% del peso corporal tiene que ser tejido graso. Y para que la menstruación se mantenga con regularidad la relación entre la grasa y el peso total tiene que ser de 22%. ¿Qué quiere decir esto? Que cualquier descenso brusco de peso hará faltar la menstruación o irregularidades en el ciclo.

–¿Qué decirle a la mamá preocupada por la repentina redondez de su nena? ¿Y a la nena que llora por ser un corchito?

-A las mamás hay que explicarles que, por lo general, el aumento del apetito y la sensación hambre coinciden con el aumento de la velocidad de crecimiento. Que el mayor requerimiento de calorías en las mujeres ocurre justamente en este período (en Argentina el promedio es de 12 años), pero que esa demanda máxima va seguida de una reducción progresiva. Y que es muy importante que chequee con su médico la dieta (proteínas, calorías y minerales, especialmente calcio y hierro) que requiere el desarrollo por venir.
Es importante que las mamás acompañen a sus hijas a comprarse ropa. Que les expliquen que las remeritas de lycra las van a hacer más gorditas y que el tiro corto nunca las favorecerá porque es un pantalón masculino que termina produciendo problemas en sentido estético (saca rollos en la cintura) y en la salud (comprime la vulva y produce vulvovaginitis).

A las nenas hay que decirles que no se preocupen por la forma de corchito porque esos kilitos que le aparecieron de golpe son centímetros que van a crecer después de que tengan la primera menstruación. Explicarles que si se pusieran a dieta, los kilos que pierden son centímetros que perderán de crecer en altura.

En el probador

La imagen es característica de los últimos años: frente a las vidrieras de cualquiera de los 100 locales que la marca 47 Street tiene en Argentina, hay un revoltijo de chicas de más de 8 y menos de 12 con alguna mamá en problemas. Porque salir a comprar ropa con una nena de esa edad es todo un tema. Ya no quieren comprar ropa donde compraban antes y donde compran sus hermanas menores, y tampoco se ven bien con las marcas para adolescentes consolidadas. Ellas aspiran a poder ponerse un modelo de la marca. Gustavo Kogan, el dueño de 47 Street desde su creación en 1986, explica que el boom tiene sólo siete años:“Empezamos con el target adolescente hará 10 años, cuando nos dimos cuenta de que era un nicho que no estaba muy explotado. Las marcas de niños hacían ropa más grande para adolescentes y las marcas de mujer achicaban los talles, pero no había ninguna marca que fuera representativa de este sector. Estudiamos el fenómeno y nos llevó tres años encontrar la imagen que buscábamos, con una forma distinta de locales: en lugar de los tradicionales blancos despojados de los shoppings innovamos con locales rosas, colores y objetos estrafalarios, con la estética de ese sector adolescente. Y ellas recibieron el
mensaje: aquí se encuentran las amigas. Las madres y las hermanitas quedan afuera.”

–Las chicas de 9 y 10 años quedan con la ñata contra el vidrio. ..

-Es que la edad bajó. Hoy el reclamo más importante que recibe la marca es que hagamos talles más chicos para que puedan comprar las de 9 en adelante.

¡Atención mamás!

En la experiencia de los médicos de adolescentes es casi una constante las mamás preocupadas por el peso y obsesionadas por el tema de la silueta, tema del que también ellas son víctimas. Esto quedó reflejado en la encuesta de Chicos.net , cuando se preguntó a las nenas con qué frases relacionan a las mujeres que las rodean: “Tengo que hacer gimnasia y dieta para adelgazar” (33%); “Me siento bien con la edad que tengo” (29%); “Hago gimnasia porque me gusta” (16%). Y agregaron, de su propia cosecha las siguientes frases más oídas, en este orden: “Estoy flaca”; “No puedo comer esto porque engorda”; “Si no bajo de peso me hago una lipo”; “Estoy demasiado gorda”; “Hago dieta por tu padre”y, en último término:“Estoy contenta de ser tu mamá”.

Para Marcela Czarny, licenciada en Educación y directora de Chicos. net, “los educadores y los padres deberíamos ser una malla de contención y un freno a los aceleradores de etapas. Estar alertas a los contenidos de los programas de TV que ven las nenas, conversar mucho con ellas, preguntarles y escuchar, escuchar, escuchar.” La preocupación apareció también en los registros de la psicóloga Andrea Peso, psicopedagoga de la Escuela Argentina 2000: “La niñez es cada vez más corta y los chicos se ven impulsados a conducirse como adolescentes de la misma forma que la cultura impulsa a los adultos a comportamientos adolescentes. Que los chicos no sean chicos sino grandes en miniatura produce una ilusión de simetría cuyo carga recae sobre los mismos chicos, en los que se ve cuadros de ansiedad, angustia, y dificultades en el aprendizaje y en las relación con los compañeros.”
¿Lolitas a los 9? ¿Cuánto de esto tiene que ver con el imperio de la Barbie? La psicoanalista Beatriz Taber, autora del libro Qué piensan los jóvenes (Unicef), da una respuesta interesante: “No son Lolitas. Lolita tiene que ver con la ingenuidad perversa, y está directamente relacionada con la sexualidad. Por el contrario, lo ridículo de esta situación es que son nenas que siguen siendo nenas. Pueden jugar a vestirse como grandes o a las barbies como antes jugaban a la mamá y al papá. Pero, de últimas, las nenas siguieron jugando a la mamá. La diferencia es que antes la mamá que veían era la mamá que se ocupaba todo el día de su hijo, y ahora ven que tanto la mamá de 35 años como la abuela de 55 juegan a ser la Barbie. En realidad, estas nenas están presas del mismo juego de la estética al que jugamos todos”.

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(*) Título original: “La ñata contra el vidrio”. Extraído de “El Clarín” de Buenos Aires, Argentina.
Enlace al original: http://www.clarin.com/diario/2006/01/29/sociedad/s-01132408.htm

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