lunes, 24 de diciembre de 2007

La navidad del mercado

Obvio, ¿no? La navidad ya no es religiosa sino económica, porque ha pasado de ser la fiesta de rememoración del nacimiento de Jesús a ser el ícono del consumo y el comercio mundial, uno de los grandes hitos de ventas del año; qué digo, es el mayor de ellos. Duendes, renos, árbol, luces, pavo, cena, champaña, chocolate caliente, panetón, regalos, muñecos de nieve (un sinsentido en una ciudad como Lima, en un desierto y en donde la navidad cae en verano y donde no existe nieve nunca), Papa Noel, Polo Norte, trineo, y un largo etcétera, son los símbolos de esta navidad mercantil. Pero la compra y la venta no tiene contenido en sí misma, y por ello adosaron la idea del compartir en familia, del mundo de los niños que recibirán variopintos regalos, del verdadero significado de la navidad.

El sistema se comió la navidad original con zapatos y todo. Adios al pesebre carenciado y bienvenida la explosión del negocio.

¿Y qué hacemos? Creo, como Miguel Muñoz, que la navidad debe ser reparada. Creo, también, como Ignacio Simal, que debemos contemplar el misterio de la encarnación, que nos muestra el Dios con nosotros, el Dios que hizo carne, que caminó a nuestro lado, que se hizo amigo, compañero... como ya lo había sido antes. Hay que concentrarnos en el principio, en lo que se comenzó esa noche belemita, en soledad y pobreza, poniendo los ojos en en el centro de todo: Nuestro Señor Jesucristo, creador, intercesor, salvador.

Feliz Navidad a todos (la verdadera, no la capitalista).

domingo, 16 de diciembre de 2007

Un pedido de oración

Hola a todos.

Quisiera pedir a todos ustedes sus oraciones por un amigo muy cercano que se llama
Daniel. Tiene 25 años, es ingeniero electrónico y es parte de la pequeña comunidad en la que participo todas las semanas. Hace unos días le detectaron un cáncer testicular y está por iniciar el tratamiento que incluirá una cirugía y otras cosas aún por definir. Aunque las probabilidades de curación son altas, los que le queremos estamos (yo tengo una especie de dejavoo con todo esto) algo nerviosos y espectantes, poniendo toda nuestra fe en nuestro Dios todopoderoso creador de todo, orándole por su salud, su pronta recuperación y la fortaleza para él y su familia en este momento difícil.

Gracias anticipadas por sus oraciones.



Abel.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Hacia la tierra prometida (con escalas)

Los teólogos de la liberación han tomado al éxodo como evento fundamental dentro de su marco teórico de referencia. No es una idea descabellada ya que es uno de los grandes eventos bíblicos y punto de paso obligado para cualquier persona que quiera estudiar la Biblia con seriedad. ¿Cómo enfrentarnos al éxodo como hecho histórico utilizado por Dios y puesto por Él como hito en su día-a-día con la humanidad? Si se piensa en el éxodo es necesario, a mi entender, ir por lo obvio y partir desde el pueblo sufriente, silencioso al inicio, y clamoroso tras unas cuantas décadas (?) (Ex. 2:23). Este pueblo fue víctima de la opresión abusiva de Egipto a niveles de esclavitud (Ex. 1:14), situación desesperada que lo llevó a clamar a Dios por ayuda. Llama la atención la demora en su petición de socorro, lo que inmediatamente nos hace preguntar ¿Por qué tardaron tanto en clamar a Dios? No se sabe con certeza, pero lo que sí es conocido es que Dios les respondió enviándoles lo que necesitaban: un libertador con cobertura divina…

… que los liberó del yugo. ¿Todo bien desde ahora? No, porque ahora el problema fue la actitud del pueblo tras el éxodo de Egipto, es decir, tenían la libertad ansiada pero no les era suficiente por las carencias materiales: hambre, sed, calor, monotonía en los alimentos, enemigos, incertidumbre. ¡Preferían volver a Egipto con las cabezas genuflexas! ¿Por qué preferir la servidumbre a la libertad? Pienso, como otros, que el pueblo extrañaba la seguridad de la esclavitud en contraste con la poca certeza de la travesía en el desierto. Es un pueblo totalmente humano. ¿O es que eran superhombres? ¿Cuántas veces nosotros hemos sido igual a ellos? Yo lo soy con frecuencia.

El faraón es otro de los actores del drama egipcio. Obcecado, preso de su propia opinión, pensaba económiamente al no querer perder su valiosa mano de obra. Miles de esclavos no se podían conseguir de la noche a la mañana. Dios intenta varias veces dialogar con el soberano sin éxito. En el ínterin Faraón agrava la opresión del pueblo (Ex. 5:9) “para que no atiendan a palabras mentirosas”, es decir, ¡para que no piensen! Es la típica imagen del opresor –han pasado más de tres milenios y hay cosas que no han cambiado nada- la que nos muestra el relato bíblico, y lo peor del asunto es que por su actitud todo el pueblo de Egipto se vio afectado (por las plagas y la entrega de sus bienes de valor). Si estás en el poder, tu pueblo sufre por tus decisiones. Es este un mensaje vivo a los gobernantes de las naciones actuales que con frecuencia no piensan en el pueblo a la hora de disponer. Se van, destruyendo el país, ¡y luego quieren volver a gobernar! (a veces retornan, como Alan García. O lo intentan, como Fujimori o Menem)

Dios también está presente (vale la pena recordar el papel de Dios porque a veces se nos olvida). Su actuar en el Éxodo delimita una imagen que ha mutado desde el Dios personal, íntimo, de clan -que se deja ganar por un hombre-, del tiempo patriarcal, al Dios poderoso que reta al poder imperial con las plagas. Eso nos ayuda a entender algo: Dios tiene mil caras, se adapta a nuestras circunstancias, a nuestra vida, a nuestro andar paso a paso. Camina con la historia y según esta se vaya evolucionando Dios se manifiesta, cambia de rostro, enfatiza ciertas cosas de su ser Absoluto; en otro momento gira, muestra otro ángulo que aparentemente es contradictorio con el anterior pero que no es así. Es, desde nuestros ojos, un Dios variable (porque siempre observamos algo diferente de Él), pero desde su punto de vista, un Dios demasiado grande para nuestra comprensión que va resaltando aspectos diversos de Él según el ser humano, conciente o inconcientemente, lo requiera.

Moisés fue profundamente sensible a las necesidades de sus compatriotas aunque su impulsividad quiso solucionar el problema de inmediato, asesinando a un egipcio (Ex. 2:11-15), viendose obligado a escapar del país. Pasó 40 años en el desierto, donde ni siquiera pudo juntar su propio hato de ovejas ya que seguía pastando el ganado de su suegro, tras los cuales Dios lo llama a la misión de su vida. Se niega con diversas excusas: desconocimiento de él mismo, desconocimiento teológico, incapacidad, renuncia, pero al final va a Egipto, casi a regañadientes. Qué diferentes son los criterios de Dios a la hora de elegir un líder (en contraste con los parámetros del mundo o de muchas iglesias de la actualidad). Pero, a pesar de su gran obra, al final él no entra a la tierra prometida. ¿Por qué? La solución simplista –aunque cierta- es por su pecado tras el incidente en el desierto de Zin (Num. 20:1-13). Pero si vamos un poco más allá, podemos afirmar que Moisés no entró porque no le correspondía. Dios es el Señor de la historia, y cumple sus promesas o sus propósitos por encima de personas, naciones, creencias o teologías. A veces nos creemos dueños de la obra de Dios, nos autoimponemos el papel de voceros oficiales de Dios, nos creemos indispensables, pero nos olvidamos que sólo somos vasijas y que el que dispone finalmente es Dios.

Es en el éxodo donde se establecen los fundamentos de la religión de los hebreos con la Alianza como un basamento importante. Lo particular de las alianzas en esos tiempos es que se establecía una relación comprometida siervo-amo tal como estaba en el modelo hitita de los pactos. Un detalle de la alianza es la elección: Dios escoge a un pueblo para sí, no por sus virtudes sino porque así quiso, no porque fueren especiales (eran esclavos en Egipto) sino porque su Voluntad así lo decidió. No por las virtudes, no por los atributos. ¿Comprendemos la profundidad del concepto? ¿Por qué enfatizar en la elección y en la Alianza? Porque para los judíos eran elementos claves de su identidad, elementos que nunca perdieron en la historia. Si ellos son pueblo de Dios, lo son por la alianza con Dios que se hizo nueva en Cristo cientos de años después.

La historia es mucho más compleja de lo que dicen los libros. Muchos cristianos de hoy tenemos la tendencia a literalizar lo que dice la Biblia y a creer tal cual dice el texto sin hacer un sano proceso de interpretación. Nos olvidamos que la Biblia se escribió en un determinado contexto y con particulares intensiones, muy distintas en cada uno de sus libros. Dado esto, pienso que la idea, en el desierto, es declarar la profunda humanidad del pueblo con sus idas y venidas, la de Moisés como caudillo, la visión de Dios que protege y provee pero que también castiga la infidelidad; ya en la ocupación, se denotan los múltiples elementos variopintos en esta etapa formativa del pueblo hebreo: los muchos pueblos que contribuyeron a su evolución (abundantes elementos fueron prestados de otras naciones para su culto, el propio “mestizaje racial”), una ocupación lenta y tediosa -sin mucha épica- de la tierra prometida. Repito el mensaje: LA HISTORIA ES MAS COMPLEJA DE LO QUE APARENTA. Es algo que nunca debemos olvidar.

Si hacemos un salto temporal hasta el tiempo intermedio de la monarquía, veremos a un pueblo que basaba su estabilidad en la Alianza, en la elección de Dios, en la capital del país y en el templo de Jerusalén. En otras palabras, la nación creía que jamás les pasaría nada porque Dios está en el templo, son EL pueblo de Dios y nadie es capaz de destruir SU casa. La base de su fe era simplemente asuntos externos y no internos: la ética en tiempos monárquicos estaba bastante deteriorada. Estaban seguros, cómodos, pero todo se vino abajo con el exilio. ¡Destruyeron al pueblo de Dios! ¡Destruyeron el templo! ¡Ya no hay Jerusalén! Se eliminó toda la base de la fe y la estructura de la nación. La elite dirigente se fue a Babilonia y el pueblo, sin líderes, se quedó en Palestina. Surgieron preguntas incómodas porque el Dios de la liberación de Egipto los llevó a una nueva cautividad ¿Cómo responder a esta crisis? ¿Qué hacer? La amenaza sincrética, la influencia de otras culturas, y la actualización del mensaje se hicieron relevantes. Tras el exilio, el pueblo perdió la esperanza pues toda la magnificencia del Deuteroisaías sobre la victoria absoluta del pueblo de Dios no se cumplió. Sin embargo, el mensaje siempre se adaptó a las nuevas circunstancias (en este caso, por Hageo, Zacarías, Esdras y Nehemías).

Doy otro salto temporal y llego hasta Jesús. La visión cristológica la coloco dentro de su contexto de evangelio (buenas noticias) que debe ser proclamado (kerigma) y testificado (martirio). Es un mensaje que nos convierte al encontrarnos con Cristo (transmisor del mensaje que al mismo tiempo es el mensaje) y que nos libera, trayendo una perspectiva más amplia de ver el mundo. Cristo reinterpreta a la Torah, colocándola más rígida en la ética y más relajada en lo cultual, basándola totalmente en el amor y en una visión escatológica. Su libertad se sustenta en la cruz que todos debemos llevar, es decir, una libertad basada en el servicio, el sacrificio y no en el libertinaje.

Con todo el compendio anterior, ¿Puede armarse una teología bíblica del éxodo? Creo que sí. Elementos que estarían dentro de ella son:

a) Dios es un Dios de la historia, que camina con ella y en ella, paso a paso a nuestro lado.

b) Dios, como tal, muestra múltiples caras, como a los patriarcas (Dios personal, de clan), en el éxodo (Dios poderoso), la monarquía (Dios nacional), el exilio (Dios universal y único), o el Nuevo Testamento (Dios con nosotros). ¿Cuál es el rostro que tiene hoy con nosotros?

c) Dios siempre quiere liberar, tanto de la opresion economica y social (Egipto), del pecado (como dice el mensaje de Cristo), de la tristeza del desarraigo (Exilio). Es parte de un proceso que no termina nunca. Es una libertad múltiple y no exclusiva de sólo una de sus partes (resaltando una en detrimento de las otras). Hay que proclamar libertad, sí, pero completa. Hay que proclamar la libertad, sí, pero sin imposiciones ideológicas, ni de derecha ni de izquierda. Eso es inconcebible.

d) Dios quiere que siempre observemos sus múltiples caras y nos llama a ser partícipes de la reinterpretación de su mensaje según el contexto histórico: la ley de Moisés, la identidad de la monarquía, la crisis del exilio (y el nuevo fundamento del judaísmo sin templo y sin Jerusalén), el mensaje cristológico. Dios está en la historia, la historia fluye y el mensaje, siempre, según nuestro contexto, debe actualizarse.

e) Dios comprende nuestra humanidad, sabe que no somos perfectos y así nos ama: quejosos como el pueblo en el desierto, perdidos como en Babilonia, desanimados como cuando volvieron a Palestina, con la vision en otra parte como Pedro en la trasnfiguración, con mi dejadez cuando quiero orar un rato.

f) Cristo nos llama a una liberación basada en el amor a Dios y al prójimo, en una ética estricta, en tomar la cruz y en basar la libertad no como libertinaje, sino como servicio, sacrificio, entrega, humildad. Es esta la base de la verdadera liberación.

g) El mensaje liberador de Cristo no es pasivo sino que nos llama a la acción porque su visión está en la esperanza escatológica que nos llama a actuar hoy, en un ya (porque Cristo está aquí) pero todavía no (porque todo no ha llegado a su pleno cumplimiento).


Referencias

BRIGHT, JOHN. “La historia de Israel”. Edición revisada y aumentada con introducción y apéndice de William P. Brown. Bilbao: Editorial Desclee de Brouwer, 2003.

GUTIERREZ, GUSTAVO. “Teología de la liberación: Perspectivas”. 11va edición. Lima: CEP, 2005.

SICRE, JOSÉ LUIS. “Introducción al Antiguo Testamento”. 9na edición. Estella-Navarra: Editorial Verbo Divino, 2005.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Libertad, decisiones y educación sexual

“Sr. Anderson, ¿por qué lo hace?... ¿Por qué persiste? (Agente Smith)
¡Porque decido hacerlo! (Neo)”

Matrix Revolutions


1. La libertad de elegir

Yo creo que el principio primigenio de nuestros actos es la libertad. Sea para salvarme o para condenarme si así lo quiero; para buscar la santidad y para pecar si así lo deseo. Fuera de otras variadas definiciones más complejas, la libertad es aquella posibilidad que tenemos los seres humanos de poder decidir. Debo ser libre para escoger lo que quiera dentro del entorno especial de nuestra elección, asumiendo todas las secuelas respectivas, buenas y malas.

Cada elección realizada en un ambiente de libertad presupone distintas implicancias correspondientes a las alternativas disponibles o, dicho de otra manera, consecuencias específicas que debo poder conocer, por lo que para maximizar la calidad de decisiones tomadas debemos sumergirlas en un entorno de máxima información. Esta explicación puedo expresarla de la siguiente manera:

Individuo A en situación X propensa a escenificarse en un espectro de elección (de tamaño n):

Alternativa 1 -------- Implicación 1
Alternativa 2 -------- Implicación 2
Alternativa 3 -------- Implicación 3

Alternativa n -------- Implicación n


La máxima información deriva en que yo, como sujeto decisor, pueda conocer el conjunto de implicaciones con sus secuelas positivas y negativas (implicación 1, implicación 2,…, implicación n). Así, las puedo clarificar en orden ascendente de gravedad y cuantificar los riesgos aunque ello implica un esfuerzo conciente en educarse sobre cada una de las implicaciones derivadas: leer, aprender de expertos, analizar la historia, ver la casuística. Es de entender que la actitud acorde es la búsqueda de la minimización del riesgo. ¿Por qué hablo de minimización? Porque muchas veces el resultado de la decisión puede tener un nivel de negatividad. Yo no quiero lo malo, no quiero el daño, ergo, debo minimizar el riesgo de la pérdida.


2. La realidad comunitaria

Cada individuo realiza su propio set de decisiones que interactúan y se superponen entre sí. Esto es, lo que yo decida puede afectar a otros y lo que otros decidan puede afectarme a mí. Haciendo una simplificación (que a todos los “n” individuos de una comunidad les afecta la misma situación X), puedo expresarlo así:

- Individuo A en situación X propensa a escenificarse en un espectro de elección:

Alternativa 1 -------- Implicación 1
Alternativa 2 -------- Implicación 2
Alternativa 3 -------- Implicación 3

Alternativa n -------- Implicación n

Este individuo escoge la alternativa 1.


- Individuo B en situación X propensa a escenificarse en un espectro de elección:

Alternativa 1 -------- Implicación 1
Alternativa 2 -------- Implicación 2
Alternativa 3 -------- Implicación 3

Alternativa n -------- Implicación n

Este individuo escoge la alternativa 2.

- Individuo C en situación X propensa a escenificarse en un espectro de elección:

Alternativa 1 -------- Implicación 1
Alternativa 2 -------- Implicación 2
Alternativa 3 -------- Implicación 3

Alternativa n -------- Implicación n

Este individuo escoge la alternativa 3.


- Individuo N en situación X propensa a escenificarse en un espectro de elección:

Alternativa 1 -------- Implicación 1
Alternativa 2 -------- Implicación 2
Alternativa 3 -------- Implicación 3

Alternativa n -------- Implicación n

Este individuo escoge la alternativa n.

La mezcla de decisiones diferentes (alternativa 1, alternativa 2, alternativa 3,… alternativa n) intervienen en la vida de todos los individuos de la sociedad (individuo 1, individuo 2, individuo 3,… individuo n). Esta intervención puede ser destructiva (cuando el nivel de influencia de la decisión de un individuo afecta negativamente a otros) o puede ser constructiva (cuando el nivel de influencia de la decisión de un individuo afecta positivamente a otros). El efecto destructivo de mi decisión puede ser conciente o inconciente aunque para efectos prácticos puede llegar a ser indiferente: interesa en realidad que la decisión se haya hecho más que su motivación

Como ya adelanté en el párrafo anterior, las alternativas pueden ser clasificadas según el efecto que tengan en la sociedad (la sumatoria de individuos). Lo expreso así:

Alternativa 1 -------- Implicación 1 --------- Excelente
Alternativa 2 -------- Implicación 2 --------- Muy buena
Alternativa 3 -------- Implicación 3 --------- Buena
Alternativa 4 -------- Implicación 4 --------- Buena
Alternativa 5 -------- Implicación 5 --------- Buena


Alternativa n-4 -------- Implicación n-4 --------- Indiferente
Alternativa n-3 -------- Implicación n-3 --------- Indiferente
Alternativa n-2 -------- Implicación n-2 --------- Mala
Alternativa n-1 -------- Implicación n-1 --------- Mala
Alternativa n -------- Implicación n --------- Absolutamente destructiva

Todas las alternativas se dan a la vez, por lo que, según este pequeño modelo, tendremos tres elecciones que afectarán negativamente a la sociedad. Así, puede marcarse una línea invisible entre las decisiones “malas” y las demás clasificadas desde “indiferentes” hacia arriba. Esto es:

Alternativa 1 -------- Implicación 1 --------- Excelente
Alternativa 2 -------- Implicación 2 --------- Muy buena
Alternativa 3 -------- Implicación 3 --------- Buena
Alternativa 4 -------- Implicación 4 --------- Buena
Alternativa 5 -------- Implicación 5 --------- Buena



Alternativa n-4 -------- Implicación n-4 --------- Indiferente
Alternativa n-3 -------- Implicación n-3 --------- Indiferente
LÍNEA DE NEGATIVIDAD DE DECISIONES
Alternativa n-2 -------- Implicación n-2 --------- Mala
Alternativa n-1 -------- Implicación n-1 --------- Mala
Alternativa n -------- Implicación n --------- Deplorable


Aquí me detengo con las afirmaciones positivas (que simplemente buscan describir una realidad) y me introduzco a las afirmaciones normativas (que tratan de tomar medidas para cambiar la realidad observada), ingresando nuevamente en el mundo del individuo. Yo, como persona integrante de una comunidad, de una sociedad, debo tratar de afectar lo más positivamente posible a mi entorno o lo menos negativamente con las decisiones que tomo en un entorno de libertad. El bienestar social debe ser el mayor posible. Es, como dice el apóstol Pablo, “todo me es permitido pero no todo me conviene”.

Una aplicación práctica de la maximización del bienestar social es el hacer que la mayor cantidad de decisiones se ubiquen por encima de la “línea de negatividad de decisiones” e, inclusive, que se ubiquen lo más arriba posible aún por debajo de la misma línea (malo es mejor que deplorable). Así minimizaríamos las implicaciones negativas. ¿Cómo lograr eso? Dando a conocer la mayor cantidad de información posible, incentivando el matrimonio entre decisión-consecuencia, comprender la lógica de la minimización de los riesgos (inclusive a niveles personales y no sólo sociales), ir en contracorriente hacia un sentido comunitario de nuestra vida en la tierra, pensar en hacer el bien y reducir el mal, siendo realistas –y no fatalistas- con él: el pecado existe, tanto de manera personal como sistémica y extirparlo es imposible, pero diezmarlo, empequeñecerlo, sí entra en nuestras capacidades humanas.

3. La aplicación al tema de la educación sexual

Seré simplista y diré: Yo decido acostarme con mi pareja; yo decido esperar hasta el matrimonio; yo decido irme a un hotel con la chica que acabo de conocer en la discoteca; yo decido irme a mi casa temprano. Esperar hasta el matrimonio, acostarme con mi pareja, encamarme con la chica que acabo de conocer, tiene consecuencias distintas. Es parte del riesgo. ¿Riesgo a qué? A un embarazo, a la transmisión de una enfermedad, a un trauma, a muchas cosas. Yo debería decidir hacer algo teniendo en cuenta los riesgos y las consecuencias de esos riesgos. Uno es libre de decidir lo mejor/peor para sí mismo considerando que a mayor información la decisión será de mejor calidad.

¿Y cuál es la información? La tipificación de los riesgos con claridad. Me mueve una búsqueda del mayor bienestar social. Por lo tanto, expondré sobre esos riesgos y su correspondiente minimización. En este caso, sobre el principio de cuidado sexual que pienso es el más seguro: la espera hasta el matrimonio, 100% de seguridad. Sin embargo, sé de la realidad y conozco de los embarazos no deseados, del SIDA, del virus del papiloma humano. Otra vez, busco el mayor bienestar social y al mismo tiempo quiero reducir el mal. Basándome en este último afirmo: someto el mal comprimiendo los riesgos de aquellos que “decidieron” un mayor riesgo. Por ello podría ayudar en la educación sexual, en el uso de los preservativos, de los métodos anticonceptivos, pero no limitándome a aspectos operativos de la cuestión, sino enfatizando los riesgos de cada uno de ellos, por supuesto. Eso es colocarse más arriba de la “línea de negatividad de decisiones”.

domingo, 25 de noviembre de 2007

El júbilo de la llegada


Aunque las partidas son dolorosas
las llegadas son
muy
demasiado
abolutamente
jubilosas
Y esta lo es
en demasía
Bienvenido, Daniel
Prometo hacer mi mejor esfuerzo
por ser un buen padre
para ti.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Recordando a Amós

Debo reconocer previamente que he leído poco, en todo mi tiempo de cristiano, a los profetas denominados “menores” salvo a Jonás por la recurrencia en las prédicas oídas y a Malaquías por la insistencia de los líderes de la congregación con respecto al muy sensible tema del diezmo, aunque he tratado de remendar mi falta con mis recientes estudios veterotestamentarios. Considerando esto ingreso en el mundo de Amós.

¿Cuáles son las características del tiempo, del contexto? Él fue un profeta dirigido al reino del norte aproximadamente en el siglo XIII a.C en un tiempo de relativa paz y mucha prosperidad. La bonanza económica era notoria –de haber tenido un instituto de estadística o un ministro de economía, los reyes hebreos habrían anunciado con mucha publicidad el crecimiento de la economía de la época-, mucho lujo en ciertos estratos pero con una desigualdad calamitosa y abusos notorios contra los pobres desde el punto de vista económico (salarios deplorables, iniquidades en el comercio, adulteración en las pesas y medidas) como el legal (corrupción en los jueces, injusticia institucionalizada). Era en la práctica un sistema que abusaba enormemente de unos en detrimento de otros.

Desde el punto de vista religioso hubo una vida de fe ficticia. Los lugares sagrados rebosaban de gente, activismo, sacrificios al maximo de su capacidad, diezmos al tope y prédicas sacerdotales frecuentes y, seguramente, impactantes, lo que les sustentaba una actitud de falsa seguridad: tranquilos y felices de la situación del país ya que pensaban que nada les iba a pasar porque “cumplían” todos los requerimientos religiosos que representaban obediencia a Dios y, por lo tanto, la nación estaba protegida ante cualquier amenaza. La verdad era, sin embargo, que el pueblo del norte estaba concentrado en las apariencias y habia olvidado a Dios completamente. Su religión no era más que los actos cultuales, el incienso y la sangre de los corderos en el altar pero Jahveh estaba muy lejos de sus vidas.

¿Quién era Amos? No era un religioso, ni levita, ni sacerdote, ni siquiera un acólito del templo sino un ganadero dedicado a sus negocios y a su vida normal, probablemente rico, que en cierto momento de su vida recibe el llamado profético por parte de Dios. ¿Qué anuncia? Denuncia fuertemente el abuso contra los pobres y la dualidad de un sistema barnizado de piedad que favorece a pocos: la riqueza extrema que hace que se tenga una casa de veraneo (Am. 3:15) o que se atesore en los grandes palacios (Am. 3:9) pero que al mismo tiempo se maltrate escandalosamente de los que tienen poco (Am. 4:1) denotando una profunda hipocresía religiosa (Am 5:21-27) que es rechazada absolutamente por Amós, abominando toda la parafernalia religiosa vacía e inútil. Proclama el castigo de Dios que parece ser inminente y duro, un castigo de muerte (Am. 5:3), pero siempre deja un resquicio para la esperanza: “Busquenme, ¡y vivirán!”. Es un mensaje impopular, incómodo al extremo que el sacerdote expulsará al profeta tras el anuncio radical (Am. 7:10-17) pero él se mantiene fiel a la palabra recibida, una palabra de reprimenda, punitiva, de un dolor que se acerca por culpa de nuestro olvido de Dios. Lo peor es que el pueblo no se daba cuenta de lo dramática y frágil de su situación.

Amós vio las cosas con claridad: la fe en Jahveh es una y sus implicancias prácticas no son transables. Poner los ojos en Dios requiere amarlo sobre todas las cosas, vivir comprometido con sus preceptos y buscar la justicia en todos los ambientes en los que nos encontremos. Podemos ser ricos -eso no es lo que Amós condena per se-, pero debemos tener en nuestro corazón una sincera búsqueda de la justicia social, económica y religiosa si nos decimos cristianos. ¿Cómo puedo decir que soy un discípulo de Dios si fomento sin remordimientos las partes negativas de un sistema que empobrecerá a mi prójimo, paga bajos salarios, aprovecha las asimetrías, corrompe el sistema jurídico para que algunos se queden con los bienes ajenos y fomenta el estado de consumismo suntuoso? No tiene sentido y, ante ello, cabe la denuncia vehemente.

¿Es un mensaje relevante el día de hoy? Sí, porque en el Perú las injusticias económicas son abismales pero una buena parte de los evangélicos, en vez de denunciarlas sin ambages, hemos preferido -por ejemplo- hablar de mensajes escapistas que predican un rapto y una segunda venida inminente, siendo un calmante al sufrimiento del tiempo actual (¡un sedativo como lo era el culto de la época de Amós!). Hay hipocresía religiosa dentro de nuestras iglesias pero preferimos la comodidad de teologías dominantes, controladoras y abusadoras. “¿Qué me importa la hipocresía si los hermanos pagan el diezmo?” parecen decir algunos. Hoy en día la iglesia evangélica predica un discurso cómodo, popular, que llena estadios y coliseos, que hace milagros a granel, que tiene cuatro o cinco muletillas a las que llama teología, que fomenta el negocio de la música cristiana absolutamente laxa y sin contenido, que le da la mano al presidente en el Te Deum y le predica suavecito porque algunos pastores están haciendo cálculos políticos por detrás, que predica para ella misma de manera calculadora para no estar mal con nadie a pesar de las injusticias. Esto es muy diferente a lo que el profeta hacía en su tiempo, totalmente comprometido con su situación histórica (al contrario de hoy, que preferimos la máxima espiritualización posible y desconocemos lo que sucede en el mundo), comprometido con los abusados, comprometido con Dios denunciando la manipulación religiosa.

¿Por qué nos habremos olvidado de Amós?

viernes, 26 de octubre de 2007

Misión y desarrollo económico

Hace unas semanas hicimos un coloquio en el Centro Evangélico de Misiología Andino-Amazónica sobre algunas ideas vinculadas a la misión de la iglesia y el desarrollo económico. Junto a mi gran amigo Miguel pudimos expresar algunas conceptos personales que, espero, les sean de utilidad.
Gracias a Jorge por la edición de los videos.
Parte de Abel García
Parte de Miguel Paredes

domingo, 21 de octubre de 2007

¿Enseñándole a los adolescentes a usar un condón?

Pregunta directa para que me puedan ilustrar con sus comentarios: ¿Cuál debe ser la postura de los cristianos para con las políticas gubernamentales ante el avance del SIDA, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos no deseados –ergo, los abortos-?

La actitud tradicional que está de acuerdo a la ética cristiana se basa en que el sexo está circunscrito a la esfera del matrimonio. Toda relación sexual premarital o extramarital es incorrecta porque trasgrede lo que la Biblia dice y, desde esa lógica, apuntamos una propuesta de manejo que puede reducirse a:

a) El no tener sexo antes del matrimonio es el único método 100% seguro, junto con la fidelidad en el matrimonio.

b) No apoyamos otros métodos porque estaríamos siendo cómplices del libertinaje sexual que cada vez es más intenso en nuestra sociedad.

Yo sí creo en que el sexo es para la esfera matrimonial, y que la fidelidad es lo mejor y lo que protege con total seguridad de las amenazas de las ETS y embarazos indeseados. Esto es así por mi ética adquirida, la cual se aplica –en lo posible- en las iglesias cristianas y la inculcaré en el seno de mi familia. Pero ¿debo imponer esta ética a otras personas (que además son mayoritarias) con las que no comparto el mismo esquema de valores? ¿Imponerla a gente que cree que el sexo es una expresión de entrega en la relación de pareja? ¿A gente que lo circunscribe a niveles puramente hedonísticos y placenteros? ¿Gente que no es cristiana practicante, que quizá es atea?

No puedo. Entonces, ¿Qué hago? Sé que el 100% de protección es lo óptimo (y lo debo expresar de esa manera sin absurdos prejuicios de una parte de la opinión pública sesgada a la opinión convencional de las iglesias) pero las cosas no son como yo quiero que sean, sino que las cosas son como son. La realidad pesa demasiado, no puedo cubrirla ni meter mi cabeza en un agujero como lo hacen los avestruces. Por ello, 95%, 97% es mejor que 30% o 25% (hablo en términos de protección). Por lo tanto, aspiraré a ampliar mi probabilidad, porque quiero menos gente con sida, con sífilis, con gonorrea, con hepatitis; quiero menos niños sin padres, menos abortos, menos adolescentes con vidas truncas. Allá nosotros si nos queremos engañar diciendo que “no tener sexo es lo mejor” pero sabiendo que los chicos tienen relaciones sexuales (haciéndonos de la vista gorda) y que un embarazo no deseado puede venir por el simple hecho que nadie le enseñó al joven sobre el uso correcto del preservativo. ¿No es eso un poco inmoral?

Por ello, creo que un campo de misión es enseñar a los jóvenes de una manera completa el tema sexual:

(1) Definir con claridad lo que es el sexo, qué implica, lo que pesa dentro de nuestra naturaleza humana.

(2) Hablar de la praxis: lo mejor es no tener sexo hasta que te cases. No hay riesgo de nada.

(3) Si quieres tenerlo, protégete. No hay método 100% seguro por lo que hay ciertos riesgos marginales. Explicar los riesgos.

(4) Para protegerte tienes estos métodos: a, b, c. Para evitar embarazos no deseados tienes d, e, f. Y SE USAN DE ESTA MANERA. O sea, enseñar a usar un condón correctamente, a usar las pastillas, el método del ritmo, todos los demás. O sea, ¿puede ser parte de la misión de Dios enseñar a usar el preservativo a jóvenes que no comparten mi ética pero que seguramente se acostarán con su enamorada o una prostituta muy pronto? Pues, diría que sí. ¿Lo haría yo mismo? Sí, lo haría.

lunes, 15 de octubre de 2007

La mutación del liderazgo

Aunque el coaching y el mentoring están cambiando el panorama del liderazgo en el mundo organizacional, todavía los líderes son vistos con un aura de misterio, como separados del resto, con cualidades especiales o talentos que los demás no tienen, despachando allá arriba en sus oficinas del tamaño de un departamento pequeño, tomando decisiones trascendentes para mucha gente, observando el panorama con visión global y expresando potentemente una imagen de seguridad.

Demás está decir que en las comunidades cristianas casi es lo mismo. Dentro del catolicismo, la separación entre el clero y el laicado tiene una explicación teológica (mis amigos católicos pueden explicar esto mucho mejor que yo), y en las iglesias protestantes es algo parecido aunque menos riguroso. ¿Cuál es la imagen del pastor? El terno, en lo posible impecable, la prédica homilética, la distancia respetuosa definida con la congregación. La formalidad. La liturgia. La profesionalidad, que a veces oculta al don. La seguridad. Eso para nada es malo. Ha sido el repositorio sobre la cual la iglesia ha crecido, y madurado por muchos años aunque las cosas están diseñadas para que el líder tome el control y no para que sirva al resto, pero esto está siendo cuestionado.

No sé qué piensen ustedes aunque ya he hablado de esto antes. Quizá canse a algunos, pero la cosa es hoy por hoy más horizontal y relacional. El pastor gurú que me daba todas las respuestas está al borde de la jubilación, y es el seno de la comunidad en interacción plena, en el compartir entre todos, en donde nacen todas las nuevas interrogantes y las nuevas soluciones. Esta comunidad tiene un diseño distinto al anterior que tiene presente que el que "anhela obispado es porque buena obra desea", pero sabiendo que "si alguien quiere ser primero pues debe ser postrero". Esta comunidad quiere aplicar de verdad esta realidad bíblica.

La homilética se está transformando (¡y este lugar, Internet, es la prueba de eso!) y hoy todos podemos hablar y comentar gracias a esa maravillosa herramienta llamada blog, que permite que la voz fluya en dos sentidos; ya no sólo viene del púlpito, sino de “abajo”. Y este “abajo” presiona y condiciona al nuevo liderazgo (que, como decía, la tiene clarísima cuando entiende que tiene que servir de verdad y no hacerse servir) con sus propios parámetros: un fluir real del don que el Espíritu Santo nos ha dado, adiós a la formalidad disuasiva y separatista –no más corbatas, no más elegancia-, bienvenida a la prédica diseñada para el oyente y no para el esquema teológico del seminario, esto es, gráfica, narrativa y absolutamente dialogante, pero por sobre todas las cosas, priorizando la transparencia a la seguridad.

Sí, transparencia. Los líderes están distantes y no se muestran como realmente son -esta es una realidad fulminante en muchas iglesias-. Predican bonito, aconsejan muy bien, pero no se sabe lo que sienten, lo que sufren ni lo que sueñan (a menos que sean sueños de grandeza ministerial). Ahora la seguridad se está desechando porque es mejor la transparencia, y el “abajo” pide un líder como ellos, no un oráculo místico sino alguien que se muestre tal cual es con virtudes, defectos, luchas, crisis, dilemas, fracasos, éxitos, alegrías, penas, dudas, certezas, miedos, esto es, que se muestre en toda su humanidad. Sin imágenes prefabricadas, sin máscaras, totalmente cristalinos.

lunes, 8 de octubre de 2007

Los maniqueos de hoy

Los dibujos animados de los 60 o 70s, que fueron los que veíamos en el Perú en los 80s, mostraban una visión dualista de su ficticia realidad. Los malos contra los buenos. Unos con su cuartel general en las ciénagas o en áridos parajes desérticos, otros en perfectos lugares siempre iluminados, siempre adecuados. Unos bondadosos, otros destructivos. El cosmos siempre andaba en constante conflicto entre éstos y aquellos, de forma permanente, con la persistente victoria de los justos –aunque debe reconocerse que era de manera temporal, hasta el siguiente capítulo porque si no se acababa la historia-.

La irrealidad de esos dibujos animados se hacía evidente cuando uno llegaba a la adolescencia. Allí uno descubría que la división estricta entre lo blanco y lo negro, sin matices de grises, era algo absolutamente no humano. La realidad del gris se hacía presente, la imperfección y la crudeza de los demonios interiores, de los pensamientos impuros y los sentimientos altruistas convivían en nosotros y en eso no había forma de encajar el viejo entretenimiento de la niñez que quedó obsoleto con la nueva etapa de la vida.

Gris, gris, gris, así se nos hace la vida. Lo blanco y lo negro ya no eran las únicas opciones. Una amplia banda hacía el mundo muchísimo más enmarañado porque tenías que pensar, que interpretar los hechos que te sucedían y ante ello quedabas desconcertado. Parte de la crisis de la adolescencia es precisamente eso: no saber qué hacer ante el nuevo mundo.

Claro… hasta que llegas a la iglesia, y todo vuelve a hacer como en la infancia.

Iglesia = salvación = blanco
Mundo = perdición = negro

Se acabó el gris; también la capacidad de análisis y de crítica. ¿Cómo decirle a alguien que es blanco cuando está absolutamente convencido de que es negro? O si encuentras en el “mundo” algún valor positivo, ¿cómo explicar que puede ser blanco si a priori ya tiene la categoría de negro? Esto es así para muchísimos ámbitos aunque hay que reconocer que se simplifica muchísimo la vida. Sí, sí, sí, no. No, no, no. Nada que cavilar, nada que analizar. La misma Biblia, libro sagrado tan complejo, pasa a convertirse en un manual de escuela dominical, con un peligrosísimo nivel de simplificación, empobreciendo el cristianismo a niveles saharianos. La colaboración del literalismo hace más pobre la situación. La poca instrucción de los fieles latinoamericanos ayuda con su parte.

Lo triste del asunto es que esto está muy extendido hoy, inclusive a niveles de importantes denominaciones de muchas ramas protestantes. El maniqueísmo, o la visión dualista de las cosas son casi una institución, incrustada muy adentro de la naturaleza del cristiano promedio, y es bastante resistente, como la malahierba, que dicen que nunca muere.

En realidad, ya han muerto varias malahierbas en el pasado (¿O prefieren llamarla cizaña?), así que ojala a esta le pase lo mismo.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Teologías sistemáticas

"Y lo más importante de todos, hermanos, siervos del Señor, es defender la Sana Doctrina que les ha sido encomendada"
Palabras finales de una clase de maestría de un seminario aquí en Lima, clase sobre la cual me contaron y a la que seguramente nunca iré. Y es que ese término de Sana Doctrina pues... me da escozor. Es que, ¿existe realmente la sana doctrina, única, irreductible? Para muchos sí, y eso se hacía notar en mi clase de Teología I (la sistemática) en el seminario en el que estudié por un par de años, con la secuencia de temas que debían ser aprendidos de memoria para el examen final. Todo lo que quedaba fuera de la estrecha banda era un error, y nuestra línea era la verdad. Gente como Bonhoffer, Barth, Tillich, Bullmann, eran mala palabra, y ni qué decir del análisis teológico católico. Leer una encíclica papal es impensable y tan fallado como analizar a Gutierrez, Boff o Hans Kung.
Nuestro fundamentalismo nos gana muchas veces, es más fuerte que nosotros. Pero tengo la confianza de que ya llegará el momento en el que comprendamos que hay varias teólogías "sistemáticas", que la visión de Dios es múltiple, que las vivencias del uno y del otro son demasiado distintas y que en la infinitud del Jehova de los Ejércitos caben muchos puntos de vista, muchos acercamientos, muchas formas de expresar la maravilla de experimentar la comunión con la Divinidad, con esa Trinidad única que nos enseña la base de la comunidad innata y que no se cansa de caminar a nuestro lado día a día, circunstancia tras circunstancia. Tengo la confianza en que un día nos gozaremos y aprenderemos de esa multiplicidad de pareceres, en los que juntos, sin recelos ni desconfianza, todos podamos crecer y ser concientes de que somos uno a pesar de pensar diferente.
¿Es este un sueño irreal? ¿Soy un iluso que tiene fe en algo imposible?

viernes, 7 de septiembre de 2007

Esas cosas que uno a veces no entiende (VI)

Juan Rebelde: Pastor Anás, quiero hablar con usted.

Pastor Anás: Dime Juan, ¿Sobre qué quieres conversar?

Juan Rebelde: Bueno, es algo que creo que importante, y usted, como pastor titular, me puede dar respuesta a mis preguntas.

Pastor Anás: Soy todo oídos.

Juan Rebelde: Bueno… he observado que en todos los años que la iglesia tiene en este lugar no hemos logrado evangelizar a NADIE de la cuadra en la que estamos, peor aún, a nadie de la urbanización, y eso me parece muy extraño.

Pastor Anás: Juan, ¿No recuerdas ese pasaje que dice que los cristianos tendremos oposición? Es eso lo que está pasando.

Juan Rebelde: Puede ser, pero estaba considerando otros detalles que creo pueden explicar un poco mejor la situación. No sé, quizá me equivoque…

Pastor Anás: Hablo con las palabras de la Biblia. ¿Lo comprendes?

Juan Rebelde: Sí, pero mire pastor: tenemos un culto en la mañana, y un culto en la noche los domingos, sin contar la academia bíblica de los jueves en la noche. Y vienen muchos carros que ocupan toda la cuadra para estacionar, y han dañado muchos jardines.

Pastor Anás: Las calles son libres.

Juan Rebelde: Pero nosotros las acaparamos, y son del resto también. ¡Algunos hermanos inclusive estacionan delante de las cocheras de las casas! Ahora, tenemos un ensayo de la alabanza los miércoles de 8 a 11 de la noche (por lo menos), y para saber cuánto ruido hacemos, fui a la casa que está exactamente detrás de la iglesia, y le pedí permiso a los dueños para entrar y escuchar desde allí. Pastor, ¡Nadie podría dormir con esa bulla!

Pastor Anás: No creo que sea un problema serio. Además, tratamos de hacer el menor ruido posible.

Juan Rebelde: Pero no se logra y peor con las voces de nuestro coro que no son tan armónicas como quisieramos... Otra cosa es la bronca con la vecina de al lado, que nos odia. Un sentimiento así no viene de la nada, así que pensé que eso tiene relación con la rotura del tubo de nuestro tanque cisterna que inundó toda su casa. Creo que no pagamos por los daños.

Pastor Anás: No fue nuestra responsabilidad.

Juan Rebelde: Pero la rotura fue en nuestra cisterna y dañó las paredes de la vecina y no hicimos nada por repararlo. ¿No es suficiente motivo para que nos odie? ¡Nos hicimos los locos con el problema!

Pastor Anás: Eso es discutible.

Juan Rebelde: Más aún. Hace como un año la dirigencia de la urbanización pidió nuestro apoyo para ayudar en la reparación del parque, con plantación de árboles, siembra de pasto nuevo, flores y esas cosas. Todo el barrio colaboró, excepto nosotros.

Pastor Anás: Esos dos días teníamos la gran campaña evangelística con el Reverendo Trinquete que viajó aquí especialmente para nosotros. Y es más importante predicar el evangelio que ir a sembrar hierbitas. A propósito, no recuerdo haberte visto en esa campaña, ¡Y yo insistí por un mes que era importantísimo que todos los miembros de la iglesia tenían que estar allí!

Juan Rebelde: Pero pastor… a la gente del barrio no le gustó nada nuestra ausencia. O sea, póngase a pensar. Esa iglesia que llena de carros toda una cuadra los domingos y los jueves, que hace bulla los miércoles en la noche y no deja dormir, que no le arregla los daños a una vecina, que no quiere venir a ayudar en algo que es por el bien de toda la comunidad. ¿Cree que con todos esos antecedentes alguna persona de aquí querrá venir a la iglesia?

Pastor Anás: Esos son criterios poco espirituales, Juan. Cuando el Espíritu Santo actúa en el corazón de una persona, nada puede evitar que esa persona llegue a la iglesia. ¡Es el espíritu trabajando! Ante esa realidad, minucias como las que mencionan no tienen importancia.

Juan Rebelde: ¿Cómo que no tienen importancia? La puerta del evangelio se les ha cerrado ¡Por nuestra culpa!

Pastor Anás: Eso no es así. Estas justificando el pecado de esa gente. Son enemigos de Dios, no lo olvides. Hay una brecha, como la que separaba al seno de Abraham del lugar de tormento. Si quieres hacer algo por ellos, no los justifiques. ¡Ora! ¡Predica!

Juan Rebelde: Ya oro por ellos, pero también me involucro con ellos. Los quiero ganar con mi vida y no con mis gritos con un megáfono.

Pastor Anás: ¿Qué insinuas?

Juan Rebelde: Nada pastor. En fin, sólo quería decirle eso y, como le decía, quizá esté totalmente equivocado.

Pastor Anás: Lo estás.

Juan Rebelde: Me tengo que ir. A propósito… no fui a la campaña del Reverendo Trinquete porque estuve sembrando hierbitas en el parque.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Nada oculto que no sea manifestado (a propósito del terremoto en el Perú)

"Mamá, la ciudad esta peor que lo que aparece en la TV. ¡Huele a muerto!"

Eso dijo mi hermana, voluntaria de un programa llamado "Un techo para mi país" que construye casas prefabricadas en la zona del desastre, al llegar a Pisco luego de un viaje por barco de doce horas (por carretera el mismo trayecto demanda aproximadamente quince horas, ¡por sólo 250 kilómetros!). Las escenas son tristes en la pequeña ciudad rota, la herida duele en el alma y la sufrimos, de alguna manera, todos los peruanos.

Ante un evento de esta magnitud todo sale a flote, todo se manifiesta; lo bueno y lo malo, lo depresivo y lo esperanzador, los miedos y las fortalezas. La indiferencia es casi imposible cuando uno mismo, en Lima, pensó que hubiera podido morir aplastado por los edificios o enterrado en las grietas enormes de la tierra. No hay abulia y para muestra un botón: los servicios dominicales religiosos estuvieron abarrotados el domingo siguiente al sismo (y seguro, los que vendrán también).

El terremoto sacó nuestras miserias. Un ex-candidato presidencial, apoyado por el mandatario de un país latinoamericano, distribuyo latas de atún con la foto de ambos y un mensaje proselitista de "apoyo". Seiscientos presos escaparon de una cárcel al derribarse todas las paredes laterales de la prisión (la mitad ya han sido recapturados) causando el pánico de toda la región. Otros delincuentes aprovecharon el caos para saquear –porque esa es la mejor palabra- las pocas pertenencias que le quedaron a la gente en varios poblados. Una funcionaria de una municipalidad fue detenida por apoderarse de donaciones de empresarios textiles de Lima y guardarlas en su casa porque, según ella, "ya no eran necesarias en el sur". Una compañía de trasporte interprovincial, bajo la excusa de la oferta y la demanda, subió el precio de los pasajes en 100% a las ciudades afectadas el día siguiente del sismo. "Es que es el libre mercado" adujo su gerente de ventas. El gobierno peruano tiene la intencion de regalar a los funcionarios de los paises que gentilmente nos estan ayudando botellas del trago peruano de bandera: el pisco, bautizandolo como Pisco 7.9 (en alusion a los grados Richter que alcanzo el terremoto). El rechazo del nombre fue mayusculo. ¿Pisco 7.9? ¿Por que no Pisco 540? (por el numero de muertos) ¿Acaso puede alcanzar la insensibilidad de los burocratas un mayor nivel que este?

El terremoto sacó nuestras tristezas. 540 fallecidos. Miles de damnificados. Miles de casas destruidas. Empleos pulverizados. Lagrimas. Duelo. Orfandad. Pérdida. La incertidumbre de la palabra desaparecido. Una iglesia repleta de gente, por una misa de difuntos, se desplomó matando a 60 personas, incluyendo familias enteras (un congresista perdió a cinco familiares). Ica llora la semidestrucción de uno de sus santuarios principales: la iglesia del Señor de Luren, y el Perú ha perdido una formación rocosa en un acantilado llamada La Catedral, en la Reserva de Paracas, que se derrumbó y era uno de los atractivos naturales principales del país. Allí estuve el 2005, bajando hasta la Bóveda, sorteando las olas del mar y las rocas tras bajar un barranco.

El terremoto sacó nuestros temores. Mientras todo temblaba Lima se ilumino de algo parecido a un relámpago, explicado posteriormente como descargas eléctricas (en Youtube algunos videos muestran la luz blanca con mucha claridad) simultáneas de múltiples centrales eléctricas de la ciudad que colapsaron (eso explica también los apagones que hubo en amplios sectores de la capital). Varios cristianos con los que he conversado me dijeron que al ver la luz, muy luminosa, muy brillante, pensaron que era el arrebatamiento y sé de algunos en especial que se asustaron porque se veían aún en la tierra y no subiendo al cielo: "¡No puede ser, no soy salvo!". Yo mismo, por dos segundos pensé que moriría al sentir el bamboleo de los dieciocho pisos del edificio en donde trabajo –debo aclarar que nunca pensé en ser raptado en ese momento, por si acaso-. Una chica que se puso a rezar el Padre Nuestro me despertó a la realidad y me hizo pensar en mi fragilidad, en la poca cosa que en realidad somos, en lo endeble que puede ser mi vida, en mi esposa poco acostubrada a los temblores, en mi hijo en camino, en todo un universo que puede cambiar de un segundo a otro, sin que podamos hacer nada por evitarlo.

El terremoto saco nuestras esperanzas. El día siguiente nació un bebé en el hospital de campaña de Pisco, mostrando con su llanto que la vida sigue a pesar de la muerte. Hace dos días otro bebé nació en un puesto de asistencia médica venido desde España ubicado en Humay, pueblito al norte de la ciudad de Ica. Precisamente ese nombre, España, le pondrán a la bebe en agradecimiento a los médicos que atendieron a la madre. Todo el Perú se ha movilizado para ayudar a la gente; por ejemplo, los supermercados incrementaron sus ventas en 80% sobre todo en alimentos no perecibles. Las cadenas de solidaridad han sido impresionantes. Empresas privadas de manera desinteresada, gobiernos extranjeros tan distantes como la India o tan cercanos como Chile o Bolivia, han colaborado con ayuda. Evo Morales, por ejemplo, ha donado la mitad de su sueldo de Agosto para las los deudos. En la iglesia en la que murieron 60 personas, el sacerdote logro sobrevivir ya que sobre él cayo la cúpula que le permitió tener espacio suficiente para estar un par de días cubierto de escombros. Una bebe de seis meses logro ser rescatada de la misma iglesia: el cuerpo inerte de su padre, que se coloco sobre ella para salvarla, le permitió vivir. El padre héroe hizo como Cristo en la cruz dando su vida por la de su pequeña hija. Los periódicos han dedicado párrafos enteros al Payaso Terremoto, que es un hombre que anima fiestas infantiles y que lo perdió todo, pero que al día siguiente del sismo, al ver a los niños llorosos y asustados, se cambió como pudo e hizo una función para ellos. Desde allí no para porque toda la niñez lo pide. Una alegría es todo lo que da, en estos momentos algo igual de valioso que otras formas de ayuda.

Este terremoto ha manifestado muchas cosas, pero ninguna de ellas reemplazará a los que se fueron ni devolverán las calles perdidas que cobijaban las vidas de tanta gente. Dios lo sabe y llora con cada persona sufriente trayendo consuelo, ofreciendo abrazos y ayudando a pasar el trago amarguísimo de la partida súbita. Es allí en donde se basa nuestra paz: en la seguridad absoluta de que Dios está presente, a pesar de todo, anunciando esperanza, protección, y brindando Su palabra como el Señor de la Vida.
Imágenes:

jueves, 16 de agosto de 2007

Terremoto

El 16 de Agosto por la mañana estuve con un grupo de estudiantes de doctorado en teología. La alabanza era sencilla, pero poderosa. Estuve conmovido.
El 15 de Agosto por la tarde, en Pisco, 250 kilómetros al sur de Lima, un grupo grande de gente se encontraba en una parroquia católica, en un velorio. Tristes, llorosos, sensibles, recibían el consuelo por medio de la palabra del sacerdote.
El 16 de Agosto por la mañana, canté como hace mucho no cantaba. Siempre me gustó ese pequeño cántico que dice: "Tu fidelidad es grande, tu fidelidad, incomparable es, nadie como Tú, bendito Dios, grande es tu fidelidad". Tiempo especial, la verdad.
El 15 de Agosto por la tarde, en Pisco, al sur de Lima, había poco lugar para la esperanza. La pérdida del ser amado, del que queremos, de aquel a quien en vida nos dio mucho, siempre duele. Ese momento final, en la iglesia, con las oraciones y rezos, con la predicación y las palmas, la gente buscaba a Dios. La gente se acercaba a Dios. Algunos, de seguro, encontraban a Dios.
El 16 de Agosto por la mañana, encontré a Dios en un momento de melancolía, mientras escuchaba los cantares de norteamericanos, brasileros, e hispanohablantes de varios países de Latinoamérica. Me sentí cobijado, cerca de él. Y no necesité una alabanza prominente; apenas una guitarra, y nada más. Nada de espectacularidad, simplemente el clamor de la simpleza.
El 15 de Agosto por la tarde, la tierra comenzó a temblar, y aquellos que encontraron a Dios en la parroquia católica de Pisco, murieron aplastados por el terremoto. La iglesia se cayó.
Se cayó.
Se cayó.
Murieron aplastados, cuando encontraron a Dios.
Murieron cuando lo buscaron.
El 16 de Agosto, frente a los estudiantes doctorales y los profesores, di un devocional. Y hablé de Pisco, de su caleta de pescadores, de su Plaza de Armas llena de bancos, de un grupo grande de gente se encontraba en una parroquia católica...
Y no pude continuar. Lloré allí, no podía más.
Morir buscando a Dios, encontrando a Dios, como yo tres minutos antes.
¿Paradoja? ¿Destino? Simplemente se dio. Podía pasar, y pasó.
Y ya van 500 (no sólo en la parroquia. En todo lugar). Y seguro subirán.
Dios, ayuda a mi patria en este trance. Que los cristianos nos movamos y mostremos tu misericordia ayudando. Úsanos, Dios, sin intereses proselitistas. Simplemente permítenos ayudar por ayudar. El dolor es mucho. La muerte es mucha. Las lágrimas son muchas.
Pero allí estás tú, con el consuelo. Mostrando tu amor. Proclamando que eres el Señor de la Vida.
Amen.

domingo, 12 de agosto de 2007

La campaña del 92

El primer día de Septiembre de 1992 un grupo de hermanos de la Iglesia “Vida Abundante” de Villa María del Triunfo[i] decidieron hacer una campaña evangelística en la Plaza de Armas del distrito, donde se encuentra la municipalidad. No era un buen tiempo en realidad ya que era una época confusa, perdida, temerosa, diría yo que hasta cruel (¡Sin exagerar!). En Julio los terroristas habían dinamitado la calle Tarata en Miraflores[ii], meses antes despedazaron a María Elena Moyano en Villa El Salvador[iii], a pocos minutos de la iglesia, y los juegos olímpicos en Barcelona daban una muy falsa sensación de equilibrio y orden, ese que envidiaba todo el Perú. La medalla de plata de Juan Giha[iv] era un pobre aliciente a la esperanza de la nación aunque, al menos, era algo. Pobre, yo sé, pero una cosita pequeña al menos.

En la reunión del consistorio se definió que la fecha ideal para la campaña era el sábado 12 de Septiembre. Una persona iría a la comisaría para informar de la campaña -tema básico ya que era indispensable tener un permiso policial-, otra se encargaría de alquilar el equipo de sonido con dos grandes parlantes usados usualmente para hacer polladas bailables[v] a un lugar frente al Hospital Maria Auxiliadora[vi]. Uno de los miembros hizo notar que según la cartilla de racionamiento del servicio eléctrico la zona tendría electricidad de cero horas hasta las 8 de la mañana, y luego desde las cuatro a la medianoche[vii]. Ese dato era importantísimo e hizo que todos acordaran la hora de la campaña: cuatro de la tarde. El pastor expondría una prédica instando a los asistentes a orar por el Perú pidiendo que la escalada de violencia se acabe de una vez, para terminar con un llamado a la conversión. No era fácil tomar la decisión de ir y predicar en una plaza, por lo menos no en ese tiempo y más aún en un barrio marginal. Para agravar el asunto, días antes aparecieron unas pintas apologéticas de Sendero Luminoso[viii] en las calles y pensaron en postergar, aunque se tomó la decisión de continuar.

-Siervos, oremos por un derramamiento del Espíritu Santo en el día de la campaña. Pidamos al Señor para que todo sea seguro y que Dios nos proteja de cualquier mal que pueda avecinarse.

El sábado a las dos de la tarde estaban todos en la iglesia cargando lo necesario a pesar del temor (¡Un par de hermanitos estaban literalmente muertos de miedo!). Alguien fue hasta la Pista Nueva[ix] para alquilar una camioneta destartalada -abollada por todas partes y con las puertas que se aseguraban con un alambre- donde llevar el equipo de sonido, las Biblias, el material, los cables, unas escobas, algunos trapos, las pancartas, unas banderas del Perú y otras cosas mínimas. Tan viejo era el vehículo, que parecía que no podría subir la pendiente, pero todos sabemos que los milagros existen. Al llegar, bajaron las cosas con calma, limpiaron el escenario y comenzaron la instalación. Los curiosos miraban con algo de recelo pero igual sólo observaban, conservando la plenitud de su desidia. Diez minutos antes de las cuatro, todo estaba listo, esperando que llegue la electricidad.

- ¿Estas seguro que la corriente viene a las cuatro?
- ¡Claro pe hermano!, Aquí está en el periódico, mira y no seas desconfiado.

Sin embargo, se hicieron las cuatro y veinte y nada pasó.

Todos empezaron a preocuparse. ¿Tanto esfuerzo, tanta oración para nada? Cundió la desesperación, se aceleraron los corazones, empezaron a sudar a pesar del invierno y la garúa que caía hasta que alguien notó que uno de los negocios adyacentes tenía un grupo electrógeno que sonaba muy discretamente, como queriendo ocultar su presencia. ¡Era la solución! Se designó a dos personas para que se acerquen a pedir el favor de que los ayuden con la contingencia. Pero regresaron en el acto con la cara pálida, como si hubieran visto a un fantasma o al mismo diablo.

- Hermanos, hay un problema
- ¿Cómo que hay un problema? ¿Qué puede pasar?
- Este… es que no se puede pedir nada a ellos.
- ¿Cómo que no? ¿Cuál es el asunto?
- Es que… ese negocio es una peluquería, y los que atienden son dos gays.

Aquí comenzó la vociferación.

-¡No puede ser! - Decía uno
- ¡No podemos contaminar la obra de Dios con el contacto con esos inmorales! –gesticulaba otro.
- No, ni hablar, se cancela la campaña. -Dijo uno de los pastores.
- Mejor nos vamos, no nos mezclemos con esos maricones, por favor, ¡vámonos, mejor venimos otro día! –gritó una anciana desdentada que parecía tener todos los años del mundo.

Una gran parte de la iglesia quería suspender todo. Pero Jorge Pérez, un joven no tan chato, gordito, medio mofletudo, fue a la esquina, habló con los peluqueros y consiguió que gentilmente ellos den el permiso para conectar el cable a su máquina. El mismo Jorge lo hizo y casi a las cinco de la tarde le ofreció el micro al pastor que dudó mucho porque tenía demasiadas miradas de desaprobación, lo que motivó a que Jorge mismo sea el que inicie la campaña:

- Buenas tardes, somos de la Iglesia Vida Abundante, y hemos venido a orar por el Perú…

Al poco rato el pastor tomó fuerzas, quizá porque habían muchísimas personas que se juntaban entre la tenue penumbra y no había demasiado tiempo, y tomó el micrófono. Al bajar, Jorge notó que uno de los gays se había acercado para escuchar. Se le aproximó e iniciaron una conversación. El resto de hermanos estaba algo lejos pero cuchicheando, pero no importaba demasiado. Quizá en ese momento algo se iniciaba en el corazón de estilista. Quien sabe.

Poco después de las seis y treinta se terminó todo orando por la paz en el país y haciendo un llamado al que respondieron algunas personas. Luego, mientras todos ponían en orden las cosas y acomodaban los equipos en la carcocha, Jorge se acercó a la peluquería para agradecer por el bonito gesto de permitir usar electricidad queriendo pagarles por eso, pero se rehusaron.

- ¿Cómo les vamos a cobrar, si hablan de Dios? Es un regalo para ustedes.

Había barullo, y a pesar de él, se podía conversar algo. Jorge les explicaba sobre la necesidad de orar por el país, la obra de Dios en nuestras vidas, la respuesta de Dios a las oraciones, el llamado de Dios a toda criatura.

- Todo suena muy bonito, pero tu iglesia no nos acepta, y Dios tampoco.

Difícil réplica a eso. Pero justo en ese momento, todo el universo se detuvo cuando el locutor de Panamericana Televisión anunciaba la captura de Abimael Guzmán[x] en una casa de La Calera[xi], junto a otros miembros de su cúpula. Nadie lo podía creer, era un shock tremendo similar quizá a lo que se sentiría si Perú gana la Copa Mundial de Fútbol. De inmediato la esquina se llenó de gente y uno de los clientes salió corriendo gritando como un loco, completamente incontrolable por el júbilo. Casi todos miraban a la pantalla, incrédulos, aplatanados, boquiabiertos, sin saber qué pensar, que sentir. ¿Cambiaría la vida? ¿Podrémos salir a la calle sin el temor que nos vuele un coche bomba en alguna esquina del centro? ¿Podremos viajar a ver a la familia con la seguridad de que no pararán el bus para pedir dinero en la puna o de simplemente no volver porque volaron un puente? ¿El futuro es posible? ¿La paz puede ser real?. A pesar de la reserva, muy en el fondo, oculto, bien adentro, la respuesta anhelada, en cada uno, era: ¡Sí! ¡Cambiará! ¡Todo puede ser mejor!

- Mira Jorge –dijo uno de los estilistas con una risa difícil de ocultar-, puede ser que Dios no acepte a los gays, pero mira tú, sí escucha las oraciones.

--------------------------------------------------
[i] Distrito de estrato popular al sur de Lima.
[ii] Este fue uno de los atentados más brutales hecho por los terroristas.
[iii] Otro distrito al sur de Lima, que se convirtió en campo de batalla de los terroristas ya que fue una de las cabezas de playa para el ingreso a la capital. María Elena Moyano fue una lideresa importante del distrito que se opuso permanentemente a Sendero Luminoso, por lo que encontró la muerte.
[iv] Tirador que consiguió la última medalla olímpica que tiene el Perú.
[v] La pollada bailable es una especie de fiesta muy común en el Perú en donde una familia, con el fin de recaudar fondos, vende un plato llamado precisamente pollada (un cuarto de pollo frito aderezado especialmente, papas sancochadas, una ensalada de lechugas con tomate, y ají al gusto), a la vez que organiza un gran festejo donde suele venir todo el barrio. Demás está decir que hay música a todo volumen y se vende cerveza en abundancia.
[vi] Hospital ubicado en el cono sur de Lima, en el distrito de San Juan de Miraflores.
[vii] Durante varios años Lima sólo tuvo electricidad por 16 horas al día por culpa de los atentados terroristas contra las torres de alta tensión. Dado esto, los barrios tenían una codificación publicada semanalmente en algún periódico donde se veían los horarios en los cuales no tendrías corriente eléctrica. Con suerte, de vez en cuando el racionamiento no te alcanzaba y tenías luz por todo el día.
[viii] Este es el nombre de uno de los grupos terroristas. El otro era el MRTA.
[ix] Sobrenombre para una avenida de la zona.
[x] Líder de Sendero Luminoso.
[xi] Barrio de clase media ubicado en Surquillo, Lima.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Defendiendo nuestras fronteras

La gente necesita poseer un sentido de pertenencia. Somos egresados de un colegio, de una universidad, somos profesionales en algo, tenemos una nacionalidad, moramos en una ciudad, en un barrio, en una calle. Somos fanáticos de algún equipo, tenemos preferencias políticas. Guardamos una fe. Asistimos a una iglesia. Tenemos gustos, leemos ciertos libros, nos gustan ciertos autos, tenemos ciertas costumbres culturales, nos llama la atención distintos tipos de música, nos aquejan ciertas enfermedades, nos atrapan determinados vicios. Somos miembros de una clase social. Somos parte de una raza. Hablamos cierto idioma. Tenemos una familia.

Esto hace que establezcamos categorías. Es muy clara la representación que hacen los cineastas norteamericanos de sus escuelas secundarias en muchas películas. A la hora del almuerzo[i], en el comedor se encuentran los músicos, que tocan en la banda o cantan en el coro; los deportistas, estrellas del colegio por jugar fútbol americano, baloncesto o béisbol; los “nerds” que caminan con sus calculadoras pensando en formulas matemáticas y llevando lentes gruesos de tipo poto de botella; los chicos “fashion” que tienen la ultima ropa en venta, el ultimo peinado, el ultimo carro; las porristas, vestidas con su uniforme multicolor y muy ceñido, practicando permanentemente sus coreografías y bailes; los hispanos; los negros; los asiáticos; los “loosers” que están aislados y no pueden encajar en ninguna parte. Para entrar a cada uno de los grupos es necesario poseer cierta habilidad o características especiales. A veces, hay que pasar ciertas pruebas. Cualquier chica no puede ser una cheerleader, ni cualquiera miembro del club de matemática.

Pertenencia y no pertenencia. En el mundo “real” hacemos lo mismo que en la ficción de las escuelas norteamericanas. Perú, país discriminador por excelencia aunque de manera solapada, es común categorizar en forma despectiva a la gente como “cholo” o “serrano” por sus rasgos faciales o su manera de hablar, y desde allí se crea toda una actitud: los consideramos personas de segunda clase, inferiores, poco inteligentes, vulgares. Hay varias discotecas limeñas a las cuales no cualquier persona puede entrar: solo gente bien vestida, blanca, de clase media-alta. Alguien distinto no entra con la excusa de que el local esta lleno, o que ya quieren cerrar, o simplemente no dicen nada. La seguridad suele golpear a aquellos inapropiados que acaban denunciando el hecho o a la prensa -con fotos de los moretones y heridas- o la Oficina de Defensa del Consumidor que les pone multas, pero igual la selectividad parece nunca acabar. Hace poco descubrieron cómo instruyen a los vigilantes de esos lugares: les muestran las paginas sociales de las revistas o periódicos, que tienen fotos de un te de tías, de la recepción de un matrimonio, de la bienvenida o despedida de algún embajador, de un desfile de modas, y le dicen los dueños que “así tiene que ser la gente que entra a este local”. ¡Una vergüenza! Pero, al mismo tiempo, vamos al otro lado de la escala social y analizamos los cientos de pandillas que hay en Lima, que pelean en las calles de los barrios pobres de Lima con piedras, palos y armas blancas. Esos adolescentes copan las pandillas porque allí son parte de algo, se sienten protegidos ante un mundo que les es hostil y no les ofrece futuro. Para entrar hay requisitos, usualmente vivir en el mismo barrio, tener edades parecidas, o ser de Alianza o de la “U” [ii].

Lo mismo hacemos como cristianos cuando formamos grupos y barreras a la entrada. Los católicos pueden reunirse con nosotros y dialogar pero nos consideran como hermanos separados, y estamos fuera de la verdadera comunión porque no seguimos al Papa, vicario de Cristo y cabeza de la iglesia. Es por todos conocido que el discurso de Benedicto XVI se ha radicalizado y el viejo termino secta esta otra vez siendo utilizado para calificar a los protestantes. No hay que llorar por eso, porque hacemos lo mismo de nuestra parte hacia ellos. Para miles de evangélicos los católicos no son salvos, son casi paganos, son el símbolo máximo de la actitud religiosa. A niveles mas localizados, las barreras son más visibles. Hay cristianos que ven mal a aquellos otros cristianos que no se visten formalmente los domingos, con saco y corbata, o las mujeres con pelo largo y vestidos hasta el tobillo. Los marginan y consideran como “poco espirituales”. Los “conservadores”, que guardan la fe “verdadera” de los misioneros originales, creen que los “liberales” que generan nuevas teologías y cuestionan los patrones establecidos, son menos cristianos y son un peligro para la fe, dudando de su cristianismo o incluso calificándolos a priori de herejes. El fundamentalismo es el ejemplo más triste de eso: yo y mi verdad, contra el resto del mundo con su mentira.

Muchas de nuestras iglesias se manejan con esos parámetros. A pesar de lo que dice Galatas 3:28 (“Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús”) creamos una gran barrera, un muro entre los que están fuera y están dentro, entre el cristiano y el pagano, entre el cristiano y el ateo, entre el cristiano y el cristiano. Dice Baker, citando a Paul Hiebert, que a estos grupos se les llama delimitados. “Se instauran características imprescindibles que determinan si la persona pertenece al grupo o no. A cualquier persona que cumpla lo exigido se la considera parte del grupo. Hiebert explica que los grupos delimitados tienen una línea divisoria estática, claramente demarcada, que permite una definición uniforme de quienes pertenecen al grupo”[iii]. En el contexto de la iglesia, “el grupo delimitado tendría una lista de creencias y practicas correctas y aceptaría como cristiano a todo aquel que cree y se comporta de modo apropiado. Se prestaría mucha atención a la tarea de definir y mantener las líneas divisorias que separan claramente al cristiano del no cristiano. En términos de Galatas, los judaizantes exhibían actitudes atribuidas al grupo delimitado, haciendo preguntas tales como ¿Se ha hecho circuncidar? ¿Cree en las doctrinas correctas? ¿Con quien se sienta a la mesa?”[iv]. La concentración y énfasis de la vida cristiana es en la definición y defensa a ultranza de las líneas divisorias, de las fronteras que dicen quién pertenece y quién no, representadas en reglas estrictas, límites y legalismo.

En términos modernos, las preguntas de los judaizantes pueden ser así: ¿Vas todos los días a la iglesia? ¿En cuántos ministerios estás involucrado? ¿Eres bautizado? ¿Cuántos cursos de la Academia Bíblica tomaste? ¿Hablas en lenguas? ¿Profetizas? ¿Te congregas en alguna iglesia? ¿El pastor tiene una opinión positiva sobre ti? ¿Cumple fielmente con el pago del diezmo? ¿Tomas? ¿Fumas? ¿Bailas? ¿Vas a fiestas? ¿Dices lisuras? ¿Usas maquillaje? Estas interrogantes ficticias hacen surgir contra-preguntas críticas. “¿A quien rinde la persona lealtad y adoración?... ¿Vives de acuerdo a la realidad de la creación nueva creada por la acción de Dios por medio de Jesucristo? ¿Has depositado tu confianza en Dios para tu seguridad en lugar de ciertos ritos y creencias? ¿Hacia donde te encaminas?”[v].

Esta defensa de las fronteras es un peligro que tiene la capacidad de la iglesia de hacerse de mil caras, tantas según la expresividad del humano. Levantamos altas murallas, nos llenamos de reglas y nos ceñimos a un legalismo severo que nos lleva a ese peligro terrible que cometieron los fariseos: aumentar a la ley. Otra vez pregunto: ¿De qué nos sirven diez mil comunidades, cada una distinta, si las unas no se vinculan a las otras? ¿Si cada una de ellas sólo viven para ellas mismas? ¿Si nuestros muros de separación son demasiado altos? ¿Si vivimos presas del legalismo y las reglas, matando la libertad que nos trae Cristo Jesús? La flexibilidad de la iglesia, con capacidad de tener múltiples expresiones, puede diluirse para convertirse en un archipiélago con islas con grandes cercas y con individuos felices de vivir dentro de ellas.

---------------------------------------------------------------
[i] Por ejemplo, “Mean Girls”, con Lindsay Lohan, “Ten Things I Hate About You” con Julia Stiles, “The Princess Diaries”, con Julie Andrews y Anne Hathaway, “Never Been Kissed”, con Drew Barrymore, “13 going on 30”, con Jennifer Garner, “Napoleon Dynamite” con John Heder, y muchas otras.
[ii] Los dos principales equipos de fútbol del Perú.
[iii] Baker, Marcos: “¡Basta de religión!: Como construir comunidades de gracia y libertad”. Buenos Aires, Kairos, 2005. Pag. 223.
[iv] Baker, Marcos. Ibid. Pag. 224.
[v] Ibidem. Pag. 225.

viernes, 3 de agosto de 2007

Esas cosas que uno a veces no entiende (V)

Juan Rebelde: ¡Pastor! Le presento a mi enamorada (*), Carla.

Pastor Caífás: Hola Carla, un gusto conocerte.

Carla: El gusto es mío.

(Un silencio extraño, unas caras de incomodidad, algunos gestos de sorpresa, sobre todo del lado del pastor)

Pastor Caifás: Juan, quiero hablar contigo, por favor, cuando te desocupes vas a mi oficina.


QUINCE MINUTOS DESPUÉS, EN LA OFICINA DEL PASTOR CAIFÁS.


Pastor Caifás: Así que tu enamorada… ¿Y cuándo comenzaste tu relación con ella?

Juan Rebelde: Hace tres semanas.

Pastor Caifás: ¿Y cuándo se supone que ibas a hablar conmigo? (cierta molestia en el tono de voz)

Juan Rebelde: Pues lo hice hoy porque me lo encontré en el culto y Carla me acompañó. Si no, se lo hubiera dicho después. Si me lo cruzaba en dos meses, pues en dos meses.

Pastor Caifás: ¿Con quién conversaste previamente antes de comenzar tu relación?

Juan Rebelde: ¿Cómo que con quien? ¡Con Carla! ¿Debía conversarlo con alguien más? Ya no somos unos niños. Somos adultos, vamos a la universidad, tenemos algo de criterio. ¿No le parece?

Pastor Caifás: Juan, Juan, Juan… tú eres un líder de esta iglesia. Aunque no lo quieras reconocer, los jóvenes te ven, observan lo que haces. No puedes así porque sí venir un día y presentarnos a una desconocida como tu enamorada.

Juan Rebelde: ¿Y por qué no?

Pastor Caifás: Juan, yo te quiero mucho y deseo tu bien. Como te he dicho muchas veces antes, te conozco a profundidad, tengo más años que tú, y conversar con tu pastor ANTES de comenzar una relación es algo sabio, que puede ayudarte a poder evitar algunos problemas futuros.

Juan Rebelde: Espere pastor, no le entiendo. ¿Le tengo que pedir permiso antes de iniciar una relación?

Pastor Caifás: No es un permiso, Juan. Es un consejo nada más.

Juan Rebelde: ¿Y si usted me “aconseja” no estar con Carla? ¿No debería comenzar una relación con ella?

Pastor Caifás: Yo diría que sería lo mejor no comenzar una relación si tu pastor dice que no. Si te digo que no estés con Carla, lo haría pensando en el cariño que te tengo, en mi respeto hacia ti como el líder que eres.

Juan Rebelde: Y seguro que lo haría con la autoridad puesta por Dios en usted y avalada en la Biblia.

Pastor Caifás: Juan, no puedes negar esa realidad. ¡Por favor, deja de pelear con eso! ¡Soy tu pastor, estas sujeto a mi!

Juan Rebelde: ¡Y usted está sujeto a mí también! ¿Eso significa que le tengo que aconsejar sobre qué hacer cuando se pelea con su esposa y viene con ese humor que nos malogra la vida a todos?

Pastor Caifás: ¿Yo, sujeto a ti? ¿Y tú quien eres? Te estar llegando de orgullo porque tienes unos cuantos semestres en el seminario. ¡Es increíble tu orgullo, tu pedancia! ¡Increpando a tu pastor!

Juan Rebelde: Pastor Caifás, no fue mi intención pelear con usted. Por favor, discúlpeme. Yo también lo aprecio mucho, pero déjeme decirle que la decisión de estar con Carla es de ella y yo. De nadie más, ni suya, ni del pastor Anás, ni de Benedicto XVI.

Pastor Caifás: Entonces, ¿No te sujetarías a lo que yo digo?

Juan Rebelde: No es una cuestión de sujeción. Es una cuestión de madurez. Todos debemos desarrollar los criterios para tomar las decisiones, no sólo usted.

Pastor Caifás: Es suficiente, Juan. No discutamos más y vamos al fondo del asunto. ¿Hace cuánto Carla es cristiana?

Juan Rebelde: Bueno… hace unos seis meses. Se bautizó hace dos.

Pastor Caifás: ¡Es una chica nueva! No tengo que pensar demasiado: NO es recomendable que estés con ella. Si persistes, pues quizá tengas que dejar tus ministerios. Puede ser muy peligroso para nuevos creyentes el que expongas una relación así.

Juan Rebelde: ¿Me chantajea de esa forma????

Pastor Caifás: No es chantaje, es parte de mi trabajo del cuidado de las ovejas. Si persistes, pues lo siento. Y no creo que firme tu carta de presentación para tu matrícula del próximo semestre en el seminario. Estar con una chica nueva, recién bautizada… Juan, por favor. ¿Es ese el criterio que defiendes? ¡No hay criterio que valga!

Juan Rebelde: Lo siento, pastor. Seguiré con Carla.

Pastor Caifás: Si insistes con eso, evaluaré seriamente tu presencia en los ministerios. Tu relación comienza bastante mal. Sin la venia de tu pastor, tendrás problemas. ¿Percibes bendición en esto?

Juan Rebelde: Pues si comienza mal, y termina mal, tomare la lección, sufriré y aprenderé. Decido tomar el riesgo y asumir sus consecuencias. Así es la manera de aprender en la vida. ¿No le parece?
(*) En Perú se le dice enamorado/a al novio/a sin compromiso matrimonial.

sábado, 21 de julio de 2007

Mi experiencia con la religión

Todos hemos tenido experiencias con la religión. Aquí va la mía super resumida en una especie de testimonio que pude dar en el conversatorio con Marcos Baker a propósito del libro "¡Basta de religión!", en San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado de Lima-Perú.

Este testimonio es parcial y conciso. Gente que me conoce se dará cuenta que hay muchos detalles que faltan, sobre todo cuando soy el malo de la historia. Espero un día poder contar todo: es esa mi tarea pendiente.

Saludos a todos. Gracias a Jorge Chávez por el video.

martes, 17 de julio de 2007

Y sin embargo... se mueve

¡Terremoto en la iglesia! ¿Se destruirá? ¿Será aplastada, como lo proponía Voltaire? La fuente de esperanza es que no estamos perdidos, que nada es irreversible, que las aparentes nubes negras que el horizonte nos trae son sólo una especie de dejavoo porque la iglesia ha pasado cismas tremendos en el pasado y ha sabido sortearlos no sin problemas, no sin dolor, no sin sangre, no sin muertos, no sin guerras, no sin mártires, y aquí estamos, anunciando nuestro corazón entregado a Cristo. Aunque no lo percibimos en lo inmediato, en el mediano y largo plazo, la iglesia es flexible y dinámica, con una gran capacidad transformadora que la hace distinta tanto horizontal como verticalmente: en un diagrama cartesiano, digo vertical para referir al tiempo y horizontal para representar a las posturas teológicas-eclesiologicas.


Para describir la secuencia vertical tomaré el ejemplo de un clásico articulo de Andrew Walls[i] donde describe las visitas de un erudito extraterrestre de vida muy larga que, a través de varios siglos, toma diversas observaciones de las practicas, costumbres e inquietudes de los cristianos con el objetivo de encontrar patrones de continuidad de la iglesia. El tomó las siguientes muestras:

a) Año 37 d.C. Se encuentra a un grupo de cristianos oriundos de Jerusalén, todos judíos, reunidos en el gran templo restringido sólo a descendientes de Abraham. Ofrecen sacrificios de animales para remisión de sus pecados, el séptimo día no trabajan de ninguna manera, circuncidan a sus hijos varones, cuidadosamente siguen una sucesión de rituales y se deleitan en la lectura de libros de leyes antiguas. De hecho, parecen ser una de varias “denominaciones” del judaísmo como los fariseos, saduceos o esenios. Los distingue en particular es el hecho que identifican las figuras veterotestamentarias del Mesías, Hijo del Hombre y Siervo Sufriente con el reciente profeta-maestro Jesús de Nazaret, que murió ejecutado pocos años atrás. Llevan una vida familiar normal con preferencia hacia las familias grandes y unidas poseyendo una vida social muy cohesionada, compartiendo muchas comidas en común en sus casas. Para el observador, la ley y su observación gozosa son elementos de potente impresión, consolidándose como las claves de esta religión primigenia.

b) Año 325 d.C. Asiste a una gran reunión de lideres cristianos –quizás el concilio de Nicea-. Los asistentes prácticamente no son judíos (mas bien, hay una animadversión ante ellos). La idea de sacrificios animales los horroriza abiertamente; más bien, cuando hablan de ofrecer sacrificios se refieren al uso del pan y vino en vez de las comidas de las casas que nuestro observador noto en Jerusalén. No tienen hijos porque se esperan que los líderes de la iglesia no se casen y la mayoría de ellos ven al matrimonio como un estado inferior y considerarían a un padre que ha circuncidado a su hijo como un traidor de la fe. Han trasladado su día especial del séptimo al primer día, aunque éste es un día laborable ordinario: mantienen prácticas religiosas especiales pero no necesariamente se abstienen de trabajar o de realizar otras actividades como lo hacían sus hermanos de tres siglos atrás. Utilizan los mismos libros que los cristianos de Jerusalén usaban, traducidas al griego. Su preocupación principal, sin embargo, tienen que ver con la aplicación de unas palabras referentes a Jesús que no se encuentran en las escrituras. El debate (que para ellos tiene una importancia absolutamente fundamental) es sobre si el Hijo es homo-ousios con el Padre o solamente homo-ousios con El. Para el observador, los factores dominantes característicos son sus inquietudes con la metafísica y la teología, un examen intelectual intenso y un intento por encontrar un significado preciso para términos precisos. Es notorio el contraste con sus predecesores.

c) Año 600 d.C. aproximadamente. Nuestro visitante va a Irlanda y encuentra a un grupo de monjes reunidos sobre la costa fría y rocosa. Varios de ellos están parados en agua helada que les llega hasta sus cuellos recitando los salmos. Otros están parados inmóviles, orando con sus brazos extendidos en forma de cruz. Uno está recibiendo seis latigazos porque no contesto “Amén” cuando se hizo la oración en la última cena del Señor. Otros están sentados solos en cuevas oscuras al lado de la orilla, evitando cualquier trato con los hombres, en estado de éxtasis espiritual. Todos usan los mismos manuscritos que los padres griegos, la misma formula que se escucho en el concilio de Nicea pero parecen no estar muy interesados en la teología o ser muy buenos en metafísica. Le dan mucha importancia a la fecha en que celebran su festival central, la Pascua y es evidente su profundo deseo por la santidad y su austeridad extrema en busca de profundizar su relación con Dios.

d) Año 1840 d.C. Estamos en Londres en una gran asamblea en el Exeter Hall, donde hay una gran emoción por los discursos en donde se emite el deseo de promover el cristianismo, el comercio y la civilización en África. Se propone enviar a misioneros llenos de Biblias y semillas de algodón a una distancia de cinco mil kilómetros para llevar a cabo el proceso. También están planteando enviar una delegación al gobierno británico para exponerle sobre la necesidad de acabar con el comercio de esclavos, alzando una suscripción para promover la educación de mecánicos negros, acordando que se escribirían cartas y que se publicarían panfletos y anuncios. La reunión empezó con la lectura del mismo libro (traducción al ingles) que los otros cristianos del pasado usaban, citando muchos pasajes de ese libro; de hecho, parecen que muchos asistentes a la reunión lo llevan. Al preguntar, parece que casi todos aceptan sin reservas el credo de Nicea, usan la palabra “sagrado” a menudo pero se horrorizan ante la sugerencia de que la santidad puede ser relacionada con el acto de pararse en agua fría, y se oponen completamente a la idea de pasar toda su vida orando en una cueva húmeda al lado del mar. Mientras los monjes irlandeses buscaban vivir con lo menos posible y en un estado de autarquía absoluta, la mayoría de personas de este grupo parecían estar muy bien alimentados, vestidos con costosas ropas y tenían la educación más cara de la época. Lo que impresiona al observador es el activismo y la participación de su religión en todos los procesos de su vida y sociedad.

e) Año 1980 d.C. Lagos, Nigeria. Un grupo de personas vestidas de batas blancas están bailando y cantando por las calles dirigiéndose a su iglesia. Están informando a todo el mundo que son querubines y serafines e invitan a las personas a que vengan y experimenten el gran poder de Dios en sus servicios. Claman que Dios tiene mensajes para individuos particulares y que su poder puede ser demostrado mediante la curación de cualquier enfermedad. Citan y llevan consigo textos del mismo libro que los hombres de Exeter Hall, Irlanda, Asia Menor y Jerusalén. Aceptan los resultados del concilio de Nicea, pero no muestran interés en él: parecen no tener claro la relación entre el Hijo Divino y el Espíritu Santo. No son políticamente activos y el estilo de vida opulento de los ingleses predecesores es extraño a ellos; ayunan como los irlandeses pero solo en ocasiones fijas o propósitos fijos. Lo notorio para el visitante espacial es su preocupación con el poder, revelada en la predicación, sanamiento y visión personal.

Wall no tomo los ejemplos de manera absolutamente arbitraria. Los grupos “reflejan inquietudes representativas de los cristianos en esos tiempos y lugares, y en cada caso el lugar es el centro del cristianismo en ese periodo. En el 37 d.C. la mayoría de cristianos eran judíos. No solamente Jerusalén era el centro cristiano, sino que ellos determinaban las normas y estándares para las demás personas. Para el año 325 d.C. pocos cristianos eran judíos y los principales centros cristianos se hallaban en el mediterráneo este y el idioma clave era el griego. En el 600 d.C., la balanza se inclino hacia el occidente y el punto de crecimiento de los cristianos se hallaba entre las gentes de las tribus y semi tribus orientales y occidentales y era Irlanda un centro de poder. En 1840 Gran Bretaña definitivamente estaría entre las naciones cristianas sobresalientes, y, definitivamente estaría asociada con la expansión de la fe cristiana. Para 1980 la balanza se movió nuevamente hacia el sur[ii]. Con estos ejemplos nos es más que evidente que la historia nos muestra que el cristianismo es un agente tremendamente dinámico. El tiempo fue pasando y, con la evolución de las sociedades y de la humanidad, la forma de expresar el cristianismo se ha adaptado con éxito a la realidad de las épocas cambiantes. El cristianismo no está atado a camisas de fuerzas que lo mantienen atado a paradigmas estáticos, sino que lucha y finalmente acaba liberándose.

No existe ni existió un solo cristianismo; tenemos un Dios que creó el mundo bueno en gran manera, un Cristo el que murió por nosotros en la cruz por amor y nada más que amor, un Espíritu Santo el que nos consuela y anda con nosotros permanentemente, pero los cristianismos son múltiples, probablemente como las arenas del mar. Es verdad que es uno en el sentido de “un Señor, una fe, un bautismo” (Ef. 4:5), pero plural en el sentido de la praxis humana, de las maneras en que la creencia en Dios se hace concreta para los seres humanos.

Graficaré estas cinco muestras de manera vertical con fines ilustrativos.


De la misma manera podemos tomar la secuencia horizontal, que es tomar las distintas tendencias eclesiales en un mismo momento histórico. Aunque el cristianismo es muy complejo de catalogar, puedo mencionar de forma general algunas de las corrientes principales que existen el día de hoy sin pretender asignar una clasificación exhaustiva y sabiendo que cada una de las siguientes categorías tienen abundantes subdivisiones: Iglesia Católica Apostólica Romana, Iglesias Ortodoxas, Iglesias Luteranas, Iglesias Anglicanas, Iglesias Reformadas, Iglesia Adventista, Movimientos anabaptistas, Iglesias evangélicas libres, Iglesias Bautistas, Iglesias Metodistas, Iglesias evangélicas, Iglesias Pentecostales, Iglesias Carismáticas, Iglesias neo-pentecostales. ¡Definitivamente he pecado de omisión! ¿Hay alguien capaz de desenmarañar esta madeja?

Centrando la discusión en el terreno protestante, debe decirse que el debate sobre el denominacionalismo es muy espinoso[iii]. ¿Cuántas iglesias y comunidades existen? Unas 2,800 sólo en los Estados Unidos hace una década y sin contar las iglesias “libres” que están compuestas por solo una comunidad y se cuentan por miles, ni los grupos formados fuera de las fronteras de ese país. Esta extremada atomización en el sentido horizontal nos plantea una pregunta: ¿Cómo afirmar de que somos un cuerpo en Cristo si estamos tan atomizados? ¿Qué argumento nos quedaría ante 1 Corintios 1:10-13 que exhorta a la unidad completa (Les ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que hablen todos una misma cosa, y que no haya entre ustedes divisiones, sino que estén perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado sobre ustedes, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre ustedes contiendas. Quiero decir, que cada uno de ustedes dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por ustedes? ¿O fueron bautizados en el nombre de Pablo? -RV60 adaptada-)? O peor aún, ¿Qué argumento nos quedaría ante Juan 17:20-21 (Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste –RV60-)? ¿Y ante Efesios 4:1-6? (Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos)

Sin embargo, si nos damos el trabajo de visitar cada una de las miles de denominaciones y moviéndonos de la misma manera entre las grandes confesiones cristianas, encontraremos que Dios trabaja dinámicamente en la mayoría de las iglesias. La obra se expande, mucha gente es conciente de su realidad espiritual y responde positivamente ante el llamado de Dios, muchas personas restauran sus relaciones dañadas, muchas sanidades milagrosas son hechas, y muchas bendiciones se transmiten a través de las miles de comunidades cristianas obedientes de los mandatos bíblicos. Todas parecen ser bendecidas por Dios con generosidad sobreabundante: los de derecha e izquierda, los de arriba y de abajo, los de más allá y los de más acá. Todos mueren, todos se enferman, todos sufren, todos tienen encuentros con Dios, todos se llenan de alegría, todos tienen profundas experiencias religiosas, todos son protegidos, todos reciben la gracia multiforme. Dios parece estar en todas partes y es aquí, más que en teorizaciones teológicas, donde es posible detectar su trascendencia y en medio de ella la iglesia en misión parece tener múltiples caras y adaptarse con facilidad a los escenarios cambiantes.

Seré algo más osado y agruparé a las iglesias anteriores en grandes grupos: catolicismo, no pentecostalismo, pentecostalismo, carismatismo y neo-pentecostalismo[iv]. Nuevamente, en forma arbitraria, las reagruparé en el siguiente gráfico:



Ignoro a la iglesia ortodoxa por no ser relevante para la realidad latinoamericana. Sólo se representa un momento temporal como lo dije antes, por ejemplo, las tendencias teológicas vigentes el año 2007. Ahora bien, los gráficos 2 y 3 pueden unirse en uno sólo. Añado cuadros blancos para tratar de representar allí otras posturas que por falta de tiempo y dedicación no he indagado aquí (en esos cuadros en realidad puede caber todo, hasta las sectas):


¿Conclusión? Se mueve, y más de lo que uno cree. Puede percibirse claramente la flexibilidad de la iglesia, en ambas direcciones. Por lo tanto, ¡Hay esperanza! Podemos proclamar convencidos que ¡La iglesia permanecerá, como lo ha hecho hasta hoy! Seguro que sí. Dios guarda a sus hijos, preserva su palabra y ha conservado al cristianismo. El propio espíritu de la iglesia la hace capaz de ofrecer cabida e los cristianos que llegarán, y mutará como lo ha hecho siempre, a pasar que a demasiados no les guste. Siempre ha sido así. Entonces, ¿por qué las dudas? ¿Acaso no es todo color de rosa? ¿Esta capacidad de adaptación viene con una rémora que impide que se muestre en toda su expresión? ¿Algo le impide a la iglesia ser un pleno agente transformdor al mundo mediante su adaptación a los tiempos postmodernos?

-------------------------------------

[i] “El evangelio como prisionero y libertador de la cultura”. Este artículo fue publicado por primera vez en Faith and Thought 108 (Fe y pensamiento) (N` 1 y 2, 1982): 39-52. Una edición ligeramente revisada apareció en Missionalia 10 (N` 3, 1982). También forma parte del libro del Dr. Andrew Walls The Missionary Movement en Christian History. Orbin Books, NY. 1996.
[ii] Walls, Andrew. Ibid, Pag, 4
[iii] Las ideas de los siguientes dos párrafos las extraigo de http://teonomia.blogspot.com/2006/06/de-todas-las-sangres-y-pensamientos.html
[iv] La clasificación del lado protestante la tomo de José Míguez Bonino, Rostros del protestantismo latinoamericano, Cátedra Carnahan 1993, Buenos Aires, ISEDET – Nueva Creación (Filial de Wm. B. Eerdmans Publishing Co, EE.UU.), 1995