Juan Rebelde: ¡Pastor! Le presento a mi enamorada (*), Carla.
Pastor Caífás: Hola Carla, un gusto conocerte.
Carla: El gusto es mío.
(Un silencio extraño, unas caras de incomodidad, algunos gestos de sorpresa, sobre todo del lado del pastor)
Pastor Caifás: Juan, quiero hablar contigo, por favor, cuando te desocupes vas a mi oficina.
QUINCE MINUTOS DESPUÉS, EN LA OFICINA DEL PASTOR CAIFÁS.
Pastor Caifás: Así que tu enamorada… ¿Y cuándo comenzaste tu relación con ella?
Juan Rebelde: Hace tres semanas.
Pastor Caifás: ¿Y cuándo se supone que ibas a hablar conmigo? (cierta molestia en el tono de voz)
Juan Rebelde: Pues lo hice hoy porque me lo encontré en el culto y Carla me acompañó. Si no, se lo hubiera dicho después. Si me lo cruzaba en dos meses, pues en dos meses.
Pastor Caifás: ¿Con quién conversaste previamente antes de comenzar tu relación?
Juan Rebelde: ¿Cómo que con quien? ¡Con Carla! ¿Debía conversarlo con alguien más? Ya no somos unos niños. Somos adultos, vamos a la universidad, tenemos algo de criterio. ¿No le parece?
Pastor Caifás: Juan, Juan, Juan… tú eres un líder de esta iglesia. Aunque no lo quieras reconocer, los jóvenes te ven, observan lo que haces. No puedes así porque sí venir un día y presentarnos a una desconocida como tu enamorada.
Juan Rebelde: ¿Y por qué no?
Pastor Caifás: Juan, yo te quiero mucho y deseo tu bien. Como te he dicho muchas veces antes, te conozco a profundidad, tengo más años que tú, y conversar con tu pastor ANTES de comenzar una relación es algo sabio, que puede ayudarte a poder evitar algunos problemas futuros.
Juan Rebelde: Espere pastor, no le entiendo. ¿Le tengo que pedir permiso antes de iniciar una relación?
Pastor Caifás: No es un permiso, Juan. Es un consejo nada más.
Juan Rebelde: ¿Y si usted me “aconseja” no estar con Carla? ¿No debería comenzar una relación con ella?
Pastor Caifás: Yo diría que sería lo mejor no comenzar una relación si tu pastor dice que no. Si te digo que no estés con Carla, lo haría pensando en el cariño que te tengo, en mi respeto hacia ti como el líder que eres.
Juan Rebelde: Y seguro que lo haría con la autoridad puesta por Dios en usted y avalada en la Biblia.
Pastor Caifás: Juan, no puedes negar esa realidad. ¡Por favor, deja de pelear con eso! ¡Soy tu pastor, estas sujeto a mi!
Juan Rebelde: ¡Y usted está sujeto a mí también! ¿Eso significa que le tengo que aconsejar sobre qué hacer cuando se pelea con su esposa y viene con ese humor que nos malogra la vida a todos?
Pastor Caifás: ¿Yo, sujeto a ti? ¿Y tú quien eres? Te estar llegando de orgullo porque tienes unos cuantos semestres en el seminario. ¡Es increíble tu orgullo, tu pedancia! ¡Increpando a tu pastor!
Juan Rebelde: Pastor Caifás, no fue mi intención pelear con usted. Por favor, discúlpeme. Yo también lo aprecio mucho, pero déjeme decirle que la decisión de estar con Carla es de ella y yo. De nadie más, ni suya, ni del pastor Anás, ni de Benedicto XVI.
Pastor Caifás: Entonces, ¿No te sujetarías a lo que yo digo?
Juan Rebelde: No es una cuestión de sujeción. Es una cuestión de madurez. Todos debemos desarrollar los criterios para tomar las decisiones, no sólo usted.
Pastor Caifás: Es suficiente, Juan. No discutamos más y vamos al fondo del asunto. ¿Hace cuánto Carla es cristiana?
Juan Rebelde: Bueno… hace unos seis meses. Se bautizó hace dos.
Pastor Caifás: ¡Es una chica nueva! No tengo que pensar demasiado: NO es recomendable que estés con ella. Si persistes, pues quizá tengas que dejar tus ministerios. Puede ser muy peligroso para nuevos creyentes el que expongas una relación así.
Juan Rebelde: ¿Me chantajea de esa forma????
Pastor Caifás: No es chantaje, es parte de mi trabajo del cuidado de las ovejas. Si persistes, pues lo siento. Y no creo que firme tu carta de presentación para tu matrícula del próximo semestre en el seminario. Estar con una chica nueva, recién bautizada… Juan, por favor. ¿Es ese el criterio que defiendes? ¡No hay criterio que valga!
Juan Rebelde: Lo siento, pastor. Seguiré con Carla.
Pastor Caifás: Si insistes con eso, evaluaré seriamente tu presencia en los ministerios. Tu relación comienza bastante mal. Sin la venia de tu pastor, tendrás problemas. ¿Percibes bendición en esto?
Juan Rebelde: Pues si comienza mal, y termina mal, tomare la lección, sufriré y aprenderé. Decido tomar el riesgo y asumir sus consecuencias. Así es la manera de aprender en la vida. ¿No le parece?
Pastor Caífás: Hola Carla, un gusto conocerte.
Carla: El gusto es mío.
(Un silencio extraño, unas caras de incomodidad, algunos gestos de sorpresa, sobre todo del lado del pastor)
Pastor Caifás: Juan, quiero hablar contigo, por favor, cuando te desocupes vas a mi oficina.
QUINCE MINUTOS DESPUÉS, EN LA OFICINA DEL PASTOR CAIFÁS.
Pastor Caifás: Así que tu enamorada… ¿Y cuándo comenzaste tu relación con ella?
Juan Rebelde: Hace tres semanas.
Pastor Caifás: ¿Y cuándo se supone que ibas a hablar conmigo? (cierta molestia en el tono de voz)
Juan Rebelde: Pues lo hice hoy porque me lo encontré en el culto y Carla me acompañó. Si no, se lo hubiera dicho después. Si me lo cruzaba en dos meses, pues en dos meses.
Pastor Caifás: ¿Con quién conversaste previamente antes de comenzar tu relación?
Juan Rebelde: ¿Cómo que con quien? ¡Con Carla! ¿Debía conversarlo con alguien más? Ya no somos unos niños. Somos adultos, vamos a la universidad, tenemos algo de criterio. ¿No le parece?
Pastor Caifás: Juan, Juan, Juan… tú eres un líder de esta iglesia. Aunque no lo quieras reconocer, los jóvenes te ven, observan lo que haces. No puedes así porque sí venir un día y presentarnos a una desconocida como tu enamorada.
Juan Rebelde: ¿Y por qué no?
Pastor Caifás: Juan, yo te quiero mucho y deseo tu bien. Como te he dicho muchas veces antes, te conozco a profundidad, tengo más años que tú, y conversar con tu pastor ANTES de comenzar una relación es algo sabio, que puede ayudarte a poder evitar algunos problemas futuros.
Juan Rebelde: Espere pastor, no le entiendo. ¿Le tengo que pedir permiso antes de iniciar una relación?
Pastor Caifás: No es un permiso, Juan. Es un consejo nada más.
Juan Rebelde: ¿Y si usted me “aconseja” no estar con Carla? ¿No debería comenzar una relación con ella?
Pastor Caifás: Yo diría que sería lo mejor no comenzar una relación si tu pastor dice que no. Si te digo que no estés con Carla, lo haría pensando en el cariño que te tengo, en mi respeto hacia ti como el líder que eres.
Juan Rebelde: Y seguro que lo haría con la autoridad puesta por Dios en usted y avalada en la Biblia.
Pastor Caifás: Juan, no puedes negar esa realidad. ¡Por favor, deja de pelear con eso! ¡Soy tu pastor, estas sujeto a mi!
Juan Rebelde: ¡Y usted está sujeto a mí también! ¿Eso significa que le tengo que aconsejar sobre qué hacer cuando se pelea con su esposa y viene con ese humor que nos malogra la vida a todos?
Pastor Caifás: ¿Yo, sujeto a ti? ¿Y tú quien eres? Te estar llegando de orgullo porque tienes unos cuantos semestres en el seminario. ¡Es increíble tu orgullo, tu pedancia! ¡Increpando a tu pastor!
Juan Rebelde: Pastor Caifás, no fue mi intención pelear con usted. Por favor, discúlpeme. Yo también lo aprecio mucho, pero déjeme decirle que la decisión de estar con Carla es de ella y yo. De nadie más, ni suya, ni del pastor Anás, ni de Benedicto XVI.
Pastor Caifás: Entonces, ¿No te sujetarías a lo que yo digo?
Juan Rebelde: No es una cuestión de sujeción. Es una cuestión de madurez. Todos debemos desarrollar los criterios para tomar las decisiones, no sólo usted.
Pastor Caifás: Es suficiente, Juan. No discutamos más y vamos al fondo del asunto. ¿Hace cuánto Carla es cristiana?
Juan Rebelde: Bueno… hace unos seis meses. Se bautizó hace dos.
Pastor Caifás: ¡Es una chica nueva! No tengo que pensar demasiado: NO es recomendable que estés con ella. Si persistes, pues quizá tengas que dejar tus ministerios. Puede ser muy peligroso para nuevos creyentes el que expongas una relación así.
Juan Rebelde: ¿Me chantajea de esa forma????
Pastor Caifás: No es chantaje, es parte de mi trabajo del cuidado de las ovejas. Si persistes, pues lo siento. Y no creo que firme tu carta de presentación para tu matrícula del próximo semestre en el seminario. Estar con una chica nueva, recién bautizada… Juan, por favor. ¿Es ese el criterio que defiendes? ¡No hay criterio que valga!
Juan Rebelde: Lo siento, pastor. Seguiré con Carla.
Pastor Caifás: Si insistes con eso, evaluaré seriamente tu presencia en los ministerios. Tu relación comienza bastante mal. Sin la venia de tu pastor, tendrás problemas. ¿Percibes bendición en esto?
Juan Rebelde: Pues si comienza mal, y termina mal, tomare la lección, sufriré y aprenderé. Decido tomar el riesgo y asumir sus consecuencias. Así es la manera de aprender en la vida. ¿No le parece?
(*) En Perú se le dice enamorado/a al novio/a sin compromiso matrimonial.
26 comentarios:
"Yo te quiero mucho y deseo tu bien"...
Exactamente las mismas palabras que me escribió un Caifás pentecostal de mi país hace poco tiempo. Sus palabras estaban dentro de un mensaje donde corregía mi manera de ver y evaluar el cristianismo occidental (a su juicio, siempre estoy equivocado). Nos conocemos mucho, él fue un jerarca dentro de su denominación y alcanzó altos puestos dentro de otros ámbitos (como la presidencia de las Sociedades Bíblicas, por ejemplo).
¿Sabes lo que sucedió? Me enteré que sus mensajes personales, que eran enviados a mi casilla, también eran enviados con "Copia Oculta" a varios líderes y pastores de la denominación, conocidos míos, en Argentina. Incluso a mis familiares. O sea, muchos han leído sus "llamadas de atención a Gabriel", pero ninguno "lo que Gabriel dijo".
¿Qué te parece? Lo más lamentable de todo, es que no es la primera vez que pasa.
Es una persona que yo aprecio, sin haber ya entre nosotros ninguna relación institucional de por medio. Incluso tampoco representa para mí una figura de autoridad.
Pensé, tontamente, que podíamos dialogar nuestras diferencias y que nuestra relación estaba por encima de la lealtad a la "declaración de fe" de un gueto pentecostal. Tarde vine a darme cuenta que no, y que hay pocas cosas más peligrosas que un enemigo disfrazado de amigo.
Aún no se como manejarlo. Pensé escribirle un mensaje "demoledor", pero no gano nada con eso, es más, sigo perdiendo. Dar un paso al costado y seguir transitando mi camino no se si es la mejor de las opciones, pero es la que he escogido hasta el momento.
Como Juan rebelde, aún guardo un poco de estima por este pastor enfermo del poder que ya no tiene.
Un abrazo,
Pobre Carla-Objeto
Me acuerdo que tuve que pasar por la venia del pastor de jóvenes de la denominación a dónde iba hace 15 años y no sólo estuvo de acuerdo sino que todo el comité del ministerio de jóvenes también estuvo de acuerdo en el comienzo de mi relación con la que ahora es mi esposa.
Me pregunto qué hubiese pasado si se hubiesen opuesto a esa relación, en todo caso, el tema es urgente. Vamos a estar dependiendo del criterio de unos cuantos "iluminados" o ya es hora que nos dejen ser guiados por el Espíritu de Dios.
Jorge
Yo nunca he pasado por situaciones así en la iglesia, pero sí en el ámbito corporativo. Me parece patético que una se parezca a la otra siquiera en un sólo punto.
Abrazos,
A&R
Definitivamente es un escándalo el hecho de que muchos pastores con la escusa de ser “el siervo de Dios” se tomen atribuciones que no tienen y quieren gobernar las vidas de los miembros de la iglesia donde pastorean. Creo que esto es el fruto de una forma jerarquizada, triste remedo de la cúpula papal.
Adicionalmente a ello, estoy de acuerdo con el comentario escueto de “monja” al decir “pobre Carla-objeto”. Sea creyente o no, no se tiene derecho de tratar de esa forma a nadie.
Abrazos
Gabriel:
A veces pienso que el dialogo sobre las diferencias de opinión dentro de nuestras iglesias es un sueño, una quimera. A veces me asalta la esperanza. No sé que pensar realmente...
Gracias por tus posts sobre los "Por qués". Me han ayudado mucho a pensar, dar vueltas y ordenar algunas ideas medio confusas que tenía.
¡Saludos!
Abel.
Gaby, como que existe una tendencia a "objetivar" todo, ¿no crees? Como Carla-Objeto tenemos el lider-objeto, la oveja-objeto, ¿Dios-Objeto? Con algunas actitudes, eso parece.
Jorge:
No sé si contigo discutimos algua vez el tema, o en una de las reuniones de nuestra comunidad, pero, ¿Es realmente necesaria la aprovación de nuestros afines a la hora de tener una pareja? O sea, si ellos dicen sí, excelente, pero si dicen no, pues hay que terminar la relación. ¿Qué es realmente el concepto de "ayuda idónea"? ¿Dios tiene una persona especial para ti, y solamente una (en el sentido de que te casarás para siempre con una persona pero para escogerla tienes varias opciones y no una única)? ¿Dios escoge por ti a la persona o te da la potestad de que tú la escojas????
Se me ocurren más preguntas pero creo que es suficiente por ahora.
Muchos saludos,
Alex:
Me quedé corto y estoy especulando un poquito. ¿A qué te refieres exactamente cuando hablas del ámbito corporativo???
Saludos,
Abel.
Peregrino:
Hay atribuciones que no les corresponden, es verdad. Es triste también cuando son los mismos creyentes los que le entregan a los líderes-pastores esa potestad, como deseando ese controlismo. "Pastor, ¿Escojo este trabajo o aquel?" "Pastor, ¿Le parece bien este tipo de ropa?" "Pastor, ¿puedo leer este libro". Y cosas más específicas.
Hay muchísimo que hacer en el proceso de "liberación".
Y coincido contigo en el comentario sobre lo que dijo Monja Guerillera: No se debe tratar así a nadie.
Saludos,
Abel.
Me parece patético que en pleno siglo XXI todavía se vean estas situaciones.
Danza:
Lamentablemente todavía se ven esas situaciones. No es la regla general, pero se da en más ocasiones de las que uno creería.
Muchos saludos para ti.
No entiendo como personas adultas podemos admitir estructuras sectarias como la que acabas de exponer a través de tu narración...
Desgracidamente algo muy normal en ciertos ámbitos eclesiales.
Un saludo,
Ignacio Simal
Abel, me refiero a las actitudes típicas de una corporación dirigida por profesionales mediocres (contradicción, lo sé), que piensan que por ser jefes tuyos también son tu dios particular.
Se creen que tienen el derecho de decidir cuánto tiempo pasas con tu familia, y de establecer tus prioridades por ti.
Eso no lo tolero, ni en el espacio corporativo, ni en el eclesial. Constantemente lucho contra los dos.
A&R
Si pues, Ignacio, desgraciadamente es típico en ciertos ambientes eclesiales en países natinoamericanos. No creo que sea una realidad en España, ¿o sí?
Saludos,
Abel.
Alexander:
Ahora entiendo a lo que referías. Es peor cuando en el discurso te hablan de la importancia de la familia, del "tiempo de calidad", pero a la hora de la hora, descubres que fue pura demagogia.
Detestable en las empresas, peor en la iglesia.
Saludos,
Abel,
Desgraciadamente en España van creciendo algunas iglesias que van en esa línea. La línea de entrometerse en la vida de los demás a través de su "autoridad espiritual".
Has entrado en http://www.ateneoteologico.org/blog/
¿podrías participar? ¡n0?
Un abrazo,
Ignacio
Claro que sí, Ignacio. Voy a participar :)
Saludos,
Abel.
ese tipo de actitudes de pastores de origen latinoamericano son las que nos descolocan a los españoles que somos evangélicos aquí en España y que pensamos ¿de qué van? cuando pretenden trasladar sus formas y fondos a un contexto como el español. Aquí, or lo menos hasta ahora, los protestantes evangelicos pensamos por nosotros mismos, decidimos por nosotros mismos con quien salir y con quien no, y si es preciso sufrimos las consecuencias nosotros mismos. Respetamos a nuestros pastores y pastoras y están a nuestra disposición si necesitamos algún consejo y por supuesto sabe cada uno hasta donde llega su competencia
Hola:
Parece que esta misión inversa que se hace hoy (desde los países evangelizados a los países evangelizadores) está teniendo los mismos problemas de siempre: llevar la semilla del evangelio con toda y nuestra maceta cultural. Estos pastores latinoamericanos quieren implantar modelos eclesiales "utiles" (es una manera de decirlo) a un país en donde no funcionarán.
Parece que no hemos aprendido nada sobre misiones. Creemos que España es fácil porque hablan el idioma y, por lo tanto, podemos hacer las iglesias como aquí, pero como tú dices, no es así de fácil. ¡Es incorrecto!
Gracias por tus comentarios.
Saludos,
Ah!!!
Hace un tiempo me ha hecho reir, luego pensar y ahora ya no rio para nada. Sabe alguién por ventura, ¿Que hacer cuando eres el hijo del pastor Caifas?Imagínate no mas... Me ha tocado dificil...
Un abrazo, bendiciones.
Atte Tania
jajaja me dijeron lo mismo cuando estudiaba en el seminario, muy bueno ¡
Demasiado común, ¿no crees???
Tania, demasiado difícil tu caso. ¿Si eres el hijo???????? (o la hija...)
Siempre he pensado que la presión sobre los hijos de los pastores es demasiado grande, las espectativas demasiado exageradas. No quiero imaginar eso en mi caso...
Hace tiempo que leo en algunos blogs, comentarios acerca de situaciones similares de autoritarismo tipo sectario. Tal vez mi experiencia como evangelico difiere radicalmente de actitudes como la ilustrada o tal vez solo se trate de situaciones hipoteticas, pwero mucho me temo ue reflejen la realidad que se vive en ciertos circulos.
Entonces mis preguntas son Como entienden estas personas la Libertad que tenemos en Cristo?
Como entienden la Gracia?
Como entienden el sacerdocio de todo creyente, esencial a la comprension protestante del Evangelio?
O como reflejan lo que en mi propia tradicion denominacional a veces se denomina la autonomia del individuo bajo Dios (Mullins)?
Saludos,
Luis
Luis:
Gracias por tu comentario. Esta descripción tampoco es de mi contexto eclesial, pero sé que mi propia denominación -en iglesias de clase socioeconómica más baja- estas situaciones se dan hasta el día de hoy.
¿Libertad en Cristo? ¿Gracia? Se entiende siempre nada más en el sentido soteriológico/hamartiológico: por gracia hemos sido salvados/soy libre porque ya no soy esclavo del pecado. No es una libertad real, sólo "espiritual".
¿Y el sacerdocio de todos los creyentes? Casi no se predica. Para mi es un olvido casi criminal.
Saludos. Gracias por tu visita.
Abel.
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