lunes, 26 de octubre de 2009

Aborto: del efecto a la causa (II)

La situación real

El problema fundamental es que discutir sobre el aborto es llegar tarde, es analizar el efecto cuando es irreversible, como analizar la estrategia para ganar el partido luego del pitazo final. Es cínico oponerme al aborto per sé sin referirme al problema que subyace la discusión, y este es el de la liberalidad sexual de nuestra época. Aquí es donde debemos centrar la discusión, y tristemente debe decirse que la realidad nos da un portazo en la cara. Actualmente la edad de iniciación a la vida sexual activa ha bajado a los 13 años de edad en Lima. Por curiosidad y por ignorancia los y las adolescentes se están exponiendo a prácticas cada vez más bizarras sin saber muchos de los riesgos que corren. No se puede intentar tapar el sol con un dedo: esta liberalidad está aquí y se va a quedar, nos guste o no.

Considerando esto como punto de partida, la actitud tradicional que está de acuerdo a la ética cristiana se basa en que el sexo está circunscrito a la esfera del matrimonio. Toda relación sexual premarital o extramarital es incorrecta porque trasgrede lo que la Biblia dice y, desde esa lógica, apuntamos una propuesta de manejo que puede reducirse a que el no tener sexo antes del matrimonio es el único método 100% seguro, junto con la fidelidad en el matrimonio. Sin embargo, lo anterior es mi ética como cristiano que la aplicaremos los cristianos comprometidos con la globalidad de las enseñanzas bíblicas, que no aplica a quien no quiere aceptarla. ¿Qué hago, entonces? ¿Adopto poses proféticas o busco que el efecto del pecado sea el menor posible?

Ambas cosas, en realidad. Quiero que se conozca que el 100% de protección es lo óptimo (y lo debo expresar de esa manera sin absurdos prejuicios de una parte de la opinión pública sesgada a la opinión convencional de las iglesias) pero las cosas no son como yo quiero que sean, sino que las cosas son como son. La realidad pesa demasiado, no puedo cubrirla ni meter mi cabeza en un agujero como lo hacen los avestruces. Por ello, 95%, 97% es mejor que 30% o 25% (hablo en términos de protección). Por lo tanto, aspiraré a ampliar mi probabilidad al máximo que me sea posible, porque quiero menos gente con sida, con sífilis, con gonorrea, con hepatitis; quiero menos niños sin padres, menos abortos, menos adolescentes con vidas truncas. Quiero minimizar el accionar del pecado. Allá nosotros si nos queremos engañar diciendo que “no tener sexo es lo mejor” pero sabiendo que los chicos tienen relaciones sexuales (haciéndonos de la vista gorda) y que un embarazo no deseado puede venir por el simple hecho que nadie le enseñó al joven sobre el sentido concreto del sexo dentro del mundo de las relaciones humanas ni tampoco del uso correcto del preservativo y de otros métodos anticonceptivos. ¿No es eso un poco inmoral?

6 comentarios:

Enrique dijo...

Es muy interesante este tema. Tienes razón, es un problema integral que no pasa tan sólo por el acto mismo de abortar sino que hay todo un contexto de fondo que como sociedad y como cristianos no abordamos.

Traté este tema el día sábado en mi blog, no tan profundo como el tuyo, es casi un llamado político pero, por algo se empieza cierto. ;)
te invito a leerlo, mi dirección no coincide con el enlace que tienes en sidebar. es www.blessnews.com

Saludos

Abel dijo...

Enrique:

Leí tu artículo y me pareció muy interesante. Coincido contigo en el poco valor que se le está dando a la vida humana representada por un feto y con la politización del tema, no exclusiva de Chile (recordemos a Bush, por ejemplo). Aquí todos los políticos se están manteniendo al margen del tema, dejando las decisiones a manos del poder judicial.

Saludos,

Samuel Ventura dijo...

Creo que nos quedamos cortos en identificar el problema y su causa raíz. El problema no es la falta de educación sexual de la juventud (el como hacerlo de manera segura). El problema es la falta de entendimiento del objetivo de la ley moral de Dios (el porque si o porque no hacerlo), la cual es para nuestra protección y nunca porque Dios sea un agua-fiestas.

Cuando movemos el debate fuera del ámbito de la ley moral de Dios estamos automáticamente consintiendo y justificando la realidad. Se que hablar de moralidad es políticamente incorrecto (por aquello de que la gente se ofende) y que en aras de mantenernos seculares y laicos (y vernos racionales) nos vemos obligados a analizar el efecto en lugar de la causa.

No quiero ser interpretado como un insensible de la realidad humana. Ciertamente las cifras son alarmantes pero no podemos dejar que la compasión cristiana excluya nuestra obligación de proclamar la verdad. El Señor Jesucristo perdonó a la adultera sin juzgarla pero le advirtió ve y no peques mas. El mensaje de Gracia del Señor Jesús siempre estaba acompañado de Verdad por dolorosa que fuera (Juan 8:10-11, Juan 5:14, Juan 1:14,17, Juan 15:14).

Creo que cuando asumimos que los jóvenes "simplemente lo van a hacer" los estamos subestimando. La juventud actual esta crisis de identidad, propósito, visión y ánimo de vida. Es precisamente porque no entienden el reto que el verdadero cristianismo implica. El reto de ser mejor desde adentro a través de reconocer que no podemos hacerlo solos y rendirnos a Dios. El reto de no aceptar que el entorno sea el que nos defina.

Justificar su accionar por las presiones sociales, la sensualidad imperante en los medios y las urgencias corporales NO ayuda a la formación de su carácter.

¿Donde están los héroes contemporáneos como Daniel y sus amigos? Parece que los nuevos tiempos solo dan para una mal entendida libertad. Hoy la moda es cuestionar y al carácter firme se le llama fanatismo. (Romanos 12:2, Isaias 5:20)

Yo también quiero ver menos niños sin padres y menos muertes por sida. Pero corregir el entorno no arregla al hombre (por muy romántico que parezca). Solo el cambio de viene de adentro hacia afuera perdura.

Saludos desde San Luis Potosí, México.

Abel dijo...

Samuel:

Algo que me llama poderosamente la atención es que hay un argumento que dice que el hombre es absolutamente depravado, que el pecado lo tiene contaminado completamente, pero al mismo tiempo dicen que los jóvenes no deben ser subestimados, que no son estúpidos, que ellos son concientes de lo que hacen y pueden decidir según el marco moral cristiano. O es lo uno u lo otro, jamás ambos. Decir que se acostarán la primera vez que puedan no es estúpido, es la realidad de las cosas al ver las estadísticas. El 70% de los adolescentes peruanos tienen su primera relación sexual a los 13.5 años. ¿No es esa cifra alarmante? No hablamos de estupidez, sino de una realidad ante el sexo desacralizado.

Nadie estupidiza a nadie, sino que todos vivimos según nuestro margen de referencia. Los cristianos tenemos nuestros parámetros según los cuales valoramos la abstinencia y fidelidad porque así nos sujetamos a la ley de Dios (yo coincido con lo que dijiste en tu comentario). Basado en esa ley, podemos comentar las consecuencias que trae la desobediencia, traducido en divorcios, promiscuidad, ITS, desordenes psicológicos, abortos. El tema es que somos una minoría, es la verdad de las cosas. La mayoría es gente que actúa según su propio parámetro moral, donde el sexo no es santo ni nada: es carnal y fuente de un placer fantástico que cualquiera puede gozar. Nuestros tiempos son nihilistas en extremo.

Ante mi moral, su moral y los asesinatos vía abortos me quedan dos caminos: o adopto la pose del profeta pero nada más, sin hacer nada, diciendo que las consecuencias son nefastas desde nuestros púlpitos aburbujados, o de verdad me comprometo en la lucha para minimizar el pecado y sus consecuencias, por más que no esté de acuerdo con la otra moral. Hago esto porque hay vida involucrada, la vida de un desvalido, y como cristiano es algo que me compromete absolutamente. ¿Cómo minimizo el pecado? Actuando en los parámetros de la otra moral, lo que implica comprometerme en una enseñanza educativa sexual integral y completa. ¡Excelente si toman el parámetro cristiano! Pero quedan más seguros si se quedan en los suyos. No es lo mejor, lo sé, pero sí es mejor que sólo proclamar lo mal que están desde nuestras cómodas ventanas.

Un saludo para ti desde Lima-Perú.

Luirro dijo...

Buenas.
Respeto su postura, pero decir que la castidad es el unico metodo 100% seguro contra los embarazos no deseados, es como decir que, para protejerme 100% de los accidentes de tránsito, procuraré jamás subirme a un vehículo.

Saludos.

Abel dijo...

Luirro:

No digo: "Nunca sexo", lo que digo es: "Sexo en un entorno adecuado". La vida es toda un riesgo, los cuales afrontamos con el sólo hecho de respirar, pero a veces, hay que acotarlos correctamente. Mi punto de vista (muy mío) es que lo ideal es esperar hasta el matrimonio, pero es mi visión. Tú puedes pensar distinto, y está bien.

Un saludo para ti,