Esta es una conversación entre Juan Rebelde, integrante de la iglesia categoría “oveja negra” o “sólo-puede-entrar-hasta-el-patio-de-los-gentiles-del-Santo-Templo”, que observa todo y cuestiona lo que ve por lo que continuamente pide explicaciones de las cosas, y Anás, pastor de su iglesia:
Juan Rebelde: Pastor, usted es el único encargado de los sermones en cada culto, de la Santa Cena y los Bautismos. Elige la música que se cantará en la liturgia, sólo usted puede casar a la gente, dirige todos los ministerios y todos los programas, los ayunos, define qué se enseña en las clases de la academia bíblica y cuáles son los énfasis teológicos. Determina a quién se le dará apoyo social. Tiene poder de tomar decisiones unilaterales, posee el poder de confesión (porque ningún líder puede negarse a no contarle alguna sesión de consejería). Es la última palabra a la hora de disciplinar a algún hermano. Nombra y/o destituye al liderazgo. Toda profecía tiene primero que escucharla usted, todos debemos sujetarnos a usted, es legalmente el Presidente de la iglesia como Asociación Civil; pregunto: ¿Es usted la cabeza de esta iglesia?
Pastor Anás: No, Juanito, se ve que no entiendes nada. Tantos años en la iglesia y sigues alimentándote sólo de la leche espiritual. ¡Si vieses a Cristo y nada más que a Cristo como tu meta y no te distrajeras con asuntos menudos y sin importancia! Ya veo porqué muchos dicen que estás alejado de la Sana Doctrina. ¡Eso me entristece tanto! Mira, la cabeza de esta iglesia es Cristo.
(*) Basado en la experiencia real de un amigo que ha preferido el anonimato.
Juan Rebelde: Pastor, usted es el único encargado de los sermones en cada culto, de la Santa Cena y los Bautismos. Elige la música que se cantará en la liturgia, sólo usted puede casar a la gente, dirige todos los ministerios y todos los programas, los ayunos, define qué se enseña en las clases de la academia bíblica y cuáles son los énfasis teológicos. Determina a quién se le dará apoyo social. Tiene poder de tomar decisiones unilaterales, posee el poder de confesión (porque ningún líder puede negarse a no contarle alguna sesión de consejería). Es la última palabra a la hora de disciplinar a algún hermano. Nombra y/o destituye al liderazgo. Toda profecía tiene primero que escucharla usted, todos debemos sujetarnos a usted, es legalmente el Presidente de la iglesia como Asociación Civil; pregunto: ¿Es usted la cabeza de esta iglesia?
Pastor Anás: No, Juanito, se ve que no entiendes nada. Tantos años en la iglesia y sigues alimentándote sólo de la leche espiritual. ¡Si vieses a Cristo y nada más que a Cristo como tu meta y no te distrajeras con asuntos menudos y sin importancia! Ya veo porqué muchos dicen que estás alejado de la Sana Doctrina. ¡Eso me entristece tanto! Mira, la cabeza de esta iglesia es Cristo.
(*) Basado en la experiencia real de un amigo que ha preferido el anonimato.
19 comentarios:
La que no es anónima es la "experiencia", ni tampoco singular el diálogo.
Es de lo que estamos hablando unos pocos, desde hace mucho tiempo.
Juan Rebelde tiene el famoso síndrome de "exceso de ventana abierta" que padecimos en su momento al abrir los ojos.
Me encantó lo de "pastor Caifás".
Y muy linda la plantilla, que la acabo de ver.
Sí. La experiencia es de alguien que conocí por el blog, en otro país, distinto al tuyo y al mío, pero tan igual, tan propia que valía la pena mencionarla, a pesar de, quizá, pecar de redundancia.
Y la plantilla, pues era hora de renovarla. Quizá no puedo seguir tu ritmo ;-) pero creo que ya era hora. Sigo experimentando con las modificaciones del Blogger Beta.
Saludos,
Abel.
Saludos Abel:
Felicitaciones por tu blog. Y yo que pensé que la diversión solo se podía encontrar en el quilombo que se arma en el blog de la Monja Guerrillera. Pero, veo que también te visitan personajes como crazyprophet, el cual me parece que necesita una fuerte dosis de litio.
En cuanto a Juan Rebelde, ahora que ya es capaz de enfrentarse al Pastor Caifás, pues tendremos que cambiarle el nombre a Juan Sin Miedo.
¿Juan sin Miedo? Puede ser, no cualquiera puede acercarse a su pastor para hacerle preguntas tan incisivas, como el espinoso tema de la autoridad...
Pues, estás planteando no solo la interrogante acerca de la autoridad sino también la de la sana doctrina y de la cabeza de la iglesia... verdaderamente temas espinosos.
Diría yo que nuestras ig. evangélicas se rigen (o gobiernan) por una simbiosis entre el individualismo heróico importando del Norte y el caudillismo hispánico. El producto nos da un absolutismo de facto. Y frente al absolutismo del pastor, ¿quién puede defenderse? ¿o a quién apelamos?
Y para colmo, entrar a jugar otros factores en la persona del pastor que complican más el asunto como, por ejemplo, el tema psicológico del poder o las ansias del control; las megalomanías en sus distintas formas; la estima propia (alta o baja); y las arbitrariedad en el manejo de cuestiones de fe y práctica como profecías, dictámenes, juicios, condenas, etc.
Creo que Juan Rebelde tiene aun un gran trecho que recorrer o optar por una comunidad más saludable.
Es muy cierto el comentario de Advocatus, y hasta ahora los pastores pretenden tener justificada la división entre clero y laicado a partir de pobres deducciones de la Palabra en lo que respecta al papel de los roles dentro de la iglesia, la tradición Católica de la que nos desprendemos, el trato especial que merecían los ancianos y diaconos del primer siglo, etc.
Yo creo que Juan Rebelde no debería buscar una comunidad más saludable, sino continuar confrontando al pastor con la verdad, y no ser participe de la costumbre evángelica de andar separándose en búsqueda de otra iglesia, pues pienso que de allí se desprenden el principio de las denominaciones.
Sí, queridos amigos, qué horrible debe ser el problema de la autoridad, cuando no se cuenta con sucesión apostólica.
Bueno Sacristán, la sucesión apostólica no existe. Pero bueno, mejor la dejamos allí porque es un punto espinoso de división entre católicos y protestantes, y no va al caso argmentar sobre algo que no nos llevará a ningun lado...
Saludos,
Abel.
¿Qué debe hacer Juan Rebelde ante esa situación? ¿Irse o quedarse? Bueno, diría que depende. A veces es más sano irse porque nos dañamos dentro y Dios nos quiere en otra cosa, pero en ocasiones es imprescindible quedarse. Dios debe mostrar el camino a seguir, porque ambas alternativas pueden perfectamente estar dentro de su voluntad.
Hey, Sacristán, eres un monaguillo muy taimado. De refilón estas tratando de decir que la jerarquía vaticana –y no el protestantismo- es la legítima heredera del apostolado de Jesús. Si lo hubieses dicho en tu blog la cosa carecería de importancia; pero decirlo acá, en un blog protestante, equivale a mencionar la cuerda en la casa del ahorcado. Es un golpe bajo.
Es cierto que la Iglesia Reformada se está dividiendo a una velocidad bacteriana, pero ¿qué me dices de la descomposición moral de la institución a la que perteneces? ¿O no sabes que El Vaticano –la gran Ramera- es un antro de corrupción financiera, de desenfrenos homosexuales y de prácticas pedofilas?
Recuerda: “No mires la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el tuyo propio"
¿Quién lo dijo? Te lo dejo como tarea.
Sacristan, el problema de la sucesión apóstolica representa más bien el caso que exponemos sobre la autoridad pastoral elevado a la enesima potencia. El problema yace en querer ver jerarquias del tipo piramidal dentro de la Ekklesia (asamblea. comunidad de iguales).
La diferencia entre los romanos y los protestantes radica en que nosotros nos pronunciamos, nos resistimos, "protestamos" contra las injusticias que se cometen en nombre de Dios; ustedes por el asunto de la infalibilidad papal, no pueden hacer más que callarse.
Dios te bendiga.
Muy buena ilustración, aunque es más que eso, es una realidad que se vive en muchas iglesias. ¿Las razones? Seguro que son muchas, incluso hasta por ignorancia y tradición, sin embargo, existe una que a mi parece es real entre muchos pastores (hablo como pastor), es el miedo a perder o dejar de ser la persona con mayor influencia en la congregación. Este temor viene adentro del pastor, no es algo que reconozca como tal, solo lo expresa en este tipo de situaciones.
Creo que el papel del pastor como un entrenador para que los demás hagan la obra, es un trabajo arduo y por momentos difíciles, pero es algo que se debe hacer.
Creo en el ministerio pastoral de la iglesia, es decir, que es la comunidad quien lleva a cabo a el cuidado pastoral. El pastor tiene la responsabilidad de descubrir y enseñar a otros para que hagan este trabajo.
En fin, el trabajo es grande como grande es nuestro Dios
Gracias nuevamente
Excelente Abel, como todas tus publicaciones. Un abrazo,
Gabriel:
Gracias por tu visita. Un abrazo para ti también.
Abel.
Hola, me parece que deje un comentario aca hace unas semanas, y ano lo encuentro,, jaja,, recuerdo leer unos saludos de tu aprte abel, pues de igual manera muchos saludos a ti.
Y muchas felicitaciones por tu blog.
En abril lelgo a lima, me encantaria visitar si quier un par de veces la "celula" que han fundado con el villon y los demas chicos. Estamos en contacto, un abrazo,
Carlos Mares
¡Hola!
Tu otro comentario está en
http://teonomia.blogspot.com/2007/02/el-paradigma-de-la-autoridad.html
Saludos para ti también. Sí he escuchado que vienes a Lima pronto. Espero que podamos conversar más por aquí y, por supuesto, eres biennvenido al grupo, las veces que quieras venir.
Un abrazo,
Abel.
Hola Abel, acabo de descubrir tu Blog y estoy gustando mucho de el.
Estoy tambien intentando escribir un blog, pero el tiempo me tiene muerto, espero hacero pronto.
Sobre Juan Rebelde, es bueno que le digas que hay muchos com el y que muchos y furon expulsados de sus "santas iglesias".......plop!!!
Peregrino:
Gracias por la lectura. Juan Rebelde es un poco yo, un poco otros, un poco invento, un poco realidad. Un expulsado, como muchos de nosotros a fin de cuentas.
Muchos saludos,
Creo que me han llamado Juan Rebelde muchas veces...Saludos.
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