domingo, 29 de junio de 2008

¡Salud! con Calvino


Cuenta la historia que Calvino tomaba con regularidad vino pero que en un momento de su vida se lo prohibieron por motivos de salud. Es aquí donde cambia a la cerveza -con menor contenido de alcohol que el fruto de la vid- hasta el punto de tener su propia receta. No sé si de aquí viene esta cerveza artesanal "Calvinus" de Ginebra ni sé si el relato precedente es real, pero ¿se imaginan si comercializaran esta cerveza en Latinoamérica? ¿Todas las voces de escándalo que clamarían por el cuasi-sacrilegio?



(*) La fuente de la imagen es:
http://farm3.static.flickr.com/2218/1734111542_18a692cbf1_m.jpg

24 comentarios:

Alejandro Vega dijo...

Saluud!!

MonjaGuerrillera dijo...

Abelino:

Estoy predestinada a que me guste más la cerveza (mucho) que lo que me pueda gustar Calvino, que nada, casi nada.. ¡Hic!

Ale: Gracias por tu mensaje tan breve y tan amoroso que me permitió un gran alivio en plena soledad, anoche muy tarde.

Anónimo dijo...

1 Corintios 10:31: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

George dijo...

si es vino y rico, no hago ningún escándalo :D

Martín Dalurzo dijo...

Sinceramente, mucho no me importa el vino y la cerveza.
Lo que si deseo de la foto es esa remera de Google que tiene alguien en segundo plano.
Chau amigo, bendiciones.

Abel dijo...

¡Salud Alejandro!!!

Abel dijo...

Gaby:

Yo estoy predestinado a que no me guste ni la cerveza ni el vino ni nada de alcohol, aunque debo reconocer que es por mi pasado medio fundamentalista que iba en contra de cualquier bebida de esa naturaleza ;-)

Y a mí tampoco me gusta Calvino :-O

Muchos saludos para ti.

Abel.

Abel dijo...

Anónimo:

No olvidar el contexto del pasaje que citas, desde donde debe interpretarse: el comer carne previamente ofrendada a dioses paganos.

Pero si nos ponemos un poco literalistas, imagina lo siguiente (pensando, por supuesto, como un evangélico de la mayoría latinoamericana, hijo de la ola misionera norteamericana): "Tomaré unas cervezas "Calvinus" con mis amigos del grupo de jóvenes, para la gloria de Dios". ¿Le sonará bien al pastor? ¿A los líderes?

No lo creo. Y para mi no tiene mucho sentido, pero bueno, son algunas taras de la cultura evangélica.

Saludos,

Abel dijo...

George:

No te imagino haciendo escándalo por tomarte unas chelas con los patas :-) No creo, la verdad.

Muchos saludos,

Abel dijo...

Martín:

No me había dado cuenta del detalle de atrás. Sí, yo también quiero ese polo de Google =)

Anónimo dijo...

Aja, quieo un Six Pack!!!!! y si me gusta Calvino.

Un abrazo

Oscar

Abel dijo...

Oscar, ¿vendrán la Calvino en Six Pack? Le preguntaré a la persona que viajó a Ginebra y me pasó el dato de la cerveza ;-)

Saludos,

Anónimo dijo...

Hola Abel... el texto de 1 Cor. 10.31 se aplica sólo a comer carne sacrificada a los ídolos???

Me parece que el contexto habla más de la libertad del creyente, además cuando Pablo habla de las otras cosas en ese pasaje y en el v.33 creo que se refiere a cada una de las cosas de la vida.

Spurgeon, que fumaba, decía que él lo hacía para la gloria de Dios...

Marcelo

Abel dijo...

Marcelo:

Entonces estamos de acuerdo: ¿por qué Pablo expone sobre la carne sacrificada a los ídolos? Pues para tener criterio en el uso de la libertad (concuerdo en que la interpretación es abierta)... y en ese contexto, creo que malinterpreté el motivo por el cual colocaste (supongo que fuiste tú, ¿no?) el pasaje. Si tomo una cerveza, lo debo hacer para la gloria de Dios. Pero esto último es difícil para muchos-demasiados.

Saludos para ti. Gracias por tu comentario.

Abel.

Anónimo dijo...

Mas escándalo les da a algunos recordar la Inquisición calvinista de Ginebra que se emborracahab mas bien con la sangre que vertía su intolerancia, como la del gran médico gnóstico Juan Servet.
No me sorprende.

Abel dijo...

Es verdad. Los tiempos de la reforma fueron terribles, con intolerancias inaceptables de ambos bandos, tanto católicos como protestantes.

Eso nos debe quedar de lección. La sangre derramada en ese tiempo nos debe clamar: ¡nunca más! Ni sangre, ni intolerancia, ni marginación.

Saludos,

Anónimo dijo...

Vale, shalu por eso..Hip

Asesor Homeschooling para Chile dijo...

¡Salud!

:)

Anónimo dijo...

¿Cerveza con muy poco alcohol para todos?

Abel dijo...

No, no he dicho eso. Pero sí puede ser para quien lo desee...

Anónimo dijo...

Tal vez sea un poco tarde para el comentario, pero lo que sucedía en esa época es que la gente tomaba vino o cerveza por motivos de seguridad. El alcohol de la cerveza o el vino, obtenido por fermentación microbiana, es suficiente para inhibir el desarrollo de microorganismos patógenos. En tiempos en que la peste, el cólera y demás enfermedades infecciosas azotaban el mundo conocido, era cuestión de supervivencia el elegir una u otra bebida.
Saludos cordiales desde un país con mucha cerveza!

David López-Cepero dijo...

Mas vale tarde que nunca, je, je...
Leyendo este comentario recordé una anécdota, no de Calvino (que se terminó convirtiendo en lo que denunciaba), sino de Lutero... No estuve allí cuando pasó, por lo que no soy testigo directo, pero cuentan que Lutero era amigo de la cerveza (como yo, aunque creo que él me ganaba...) Como los sábados tomaba sus buenas jarras y se quedaba hasta altas horas de la noche, al despertar los domingos no era capaz de hacer su servicio dominical en buenas condiciones a la hora acostumbrada, de modo que lo cambió a las once de la mañana para estar más despierto... Je, je, lo que me hace gracia es la cantidad de sitios en los que se sigue teniendo dicho servicio a la misma hora y no saben que muchos lo hacen por mera costumbre heredada desde hace siglos ¡Y luego nos queremos llamar reformadores!

Bueno, bromas aparte, te envío un saludo.

Abel dijo...

Mi lucha interior (perdón, no se tu nombre):

Es cierto, el mismo Pablo, al recomendar tomar vino a Timoteo, lo hace por la razón que mencionas. El agua, pues... quien sabe de dónde salía y qué le habría pasado antes de llegar al sitio de extracción.

Muchos saludos para ti.

Abel dijo...

Peregrino:

Le voy a preguntar a una amiga luterana, doctora en teología, qué tan cierta es esa anécdota de Lutero. Espero que no se moleste ;-)

Un saludo para ti también.

Abel.