lunes, 6 de marzo de 2006

¡Crash!, somos una mesa coja

En el principio hizo Dios los cielos y la tierra, y esta tierra estaba desordenada y vacía. Según el relato del Génesis, al sexto día la humanidad fue hecha, encarnada en Adán y Eva, a él del polvo y a ella mediante una costilla. La corporalidad de la raza humana es evidente y más aún por su origen, el polvo de la tierra, hecho que enfatiza su pertenencia al mundo material. Resalta que el propio cuerpo físico sea el único vehículo por el que podemos expresar virtudes espirituales y no algún ente intermedio que nos ayude a acercarnos a Dios.

La materialidad de la condición humana (porque aunque lo deseemos, todavía no vivimos en el cielo tocando un arpa) provoca una obvia interdependencia entre los seres humanos y su habitat físico. Necesita del aire, las plantas, los animales, los minerales, el agua, la luz del sol y, por extensión, de Aquel que creó esas cosas con perfección y abundancia y les dio la capacidad de reproducirse. ¿Hay algún vínculo entre lo creado, imprescindible para nuestra vida, y nosotros como seres humanos dependientes de la creación? Indudablemente. Se lo dijo Dios a Adán cuando le encargó cuidar el huerto del Edén. Los seres humanos fuimos creados con la responsabilidad de velar por la creación realizada por el mismo Dios.

¿Es todo el velar por la creación directa de Dios? ¿O es que hay otras, de las que no se nos habla explícitamente? Existe una creación indirecta basada en el diseño del ser humano como hombre y mujer. Hemos sido capacitados para las dimensiones sociales de la existencia, para la asociación y la comunidad. En la relación de unos con otros, los seres humanos encuentran oportunidad para complementarse recíprocamente y forjar su propia creación. Definitivamente estaba dentro del plan de Dios esta capacidad de socializar y de la formación de cultura y sociedades por parte del hombre. También para esta creación indirecta, derivada, se nos ha llamado a velar. Y no hay escape de esto ya que el Señor así lo quiso desde el principio.

El hecho de convertirnos en cristianos no nos exime de la responsabilidad de velar por la creación directa –la naturaleza- y la creación indirecta –el medio social humano-. En cambio, nos debe recordar más todavía el hecho que no debemos ser indiferentes ante el entorno que nos rodea. Por lo tanto, como seguidores de Cristo tenemos entonces una triple responsabilidad muy seria: nuestra sociedad, nuestro mundo físico, y la realidad espiritual que sí conocemos bien. Este triplete es completo y funciona como las patas de una mesa triangular. Basta que falte una para que la mesa sea inútil. El que tenga oídos para oír, oiga.

Por lo tanto, el llamado de Dios hacia un cristiano debe ser en realidad para los tres elementos, aunque puede enfatizar en uno de ellos. Un pastor enfatizaría en el lado espiritual. Un laico puede enfatizar en los otros dos lados. Cumplimos la misión de Dios si nos entregamos a salvar un río, una reserva natural, a controlar el nivel de polución de nuestra ciudad, a hacer más justa una sociedad. Sin embargo la iglesia, sobre todo la evangélica, ha olvidado este mensaje y se ha concentrado solamente en la visión espiritual llegando al extremo de satanizar las otras, llamando sólo al arrepentimiento de los pecados, a la salvación del alma y a ver el futuro desde una perspectiva escatológica.

Ya lo dije en un post anterior: vivimos en cuatro paredes y la iglesia consume nuestro tiempo de tal forma que si Dios nos llamase a cumplir con el cuidado de la creación directa o indirecta, no podríamos. ¡Estaríamos muy ocupados en el activismo del templo! Debemos ser concientes del llamado global y pensar qué es lo que quiere Dios en realidad con mi relación con el entorno. Definitivamente no es vivir “encerrado” en la iglesia. Me han llamado a predicar su Palabra. Me han llamado a cuidar la sociedad. Me han llamado a cuidar el mundo ¿A qué me llama Dios específicamente? ¿A qué te llama a ti?

3 comentarios:

NAIRIM dijo...

Interesante el punto de vista q tienes hacerca de lo q Dios quiere q hagamos, concuerdo mucho con eso, y entiendo q para tener mas certeza de cual es su voluntad debemso conocerlo mas ,contestando tu pregunta, la respuesta es SALVACION Y SERVICIO. (Me encato tu post)

NAIRIM dijo...

Interesante el punto de vista q tienes hacerca de lo q Dios quiere q hagamos, concuerdo mucho con eso, y entiendo q para tener mas certeza de cual es su voluntad debemso conocerlo mas ,contestando tu pregunta, la respuesta es SALVACION Y SERVICIO. (Me encato tu post)

Abel dijo...

Sí, todo lo anterior presupone la idea de poder conocerlo más. Si no, todo no pasa a ser más que especulación vana e inutil. Un punto importante es que el servicio a Dios NO SE LIMITA A LA IGLESIA. ¿Somos capaces de entender eso????